El vicepresidente de AERCE, Juan José Jiménez, y el coordinador de la guía, Jenaro Reviejo, fueron los encargados de presentar este manual en una rueda de prensa en la que destacaron la apuesta cada vez mayor de las empresas por la responsabilidad social corporativa.

"Estamos en un momento importante para el desarrollo de la RSC", aseveró Jiménez. En su opinión, una empresa que aplica políticas de RSC mejora el impacto económico, social y ambiental, gana en anticipación por su contacto directo con los grupos de interés, refuerza su imagen, mejora su relación con las administraciones públicas, mejora su clima y avanza en materia de innovación.

En este contexto, subrayó que "uno de los brazos ejecutores" de la RSC puede y debe ser el departamento de compras. "Es el gestor del 75% de los gastos que se producen en una compañía y tiene una gran capacidad transformadora de los hábitos de RSC en el tejido empresarial", aseveró.

Además, explicó que un ahorro del 1% en compras representa una mejora directa e instantánea de ocho puntos en el resultado de una empresa.

LA RSC ES RENTABLE

Sobre la guía que hoy se presentó, señaló que con ella se pretende demostrar que la compra responsable no tiene por qué ser más cara. "Supone una apuesta por la sostenibilidad y ésta es rentable para la empresa", manifestó.

En este sentido, apuntó que la RSC es un "elemento diferenciador" de las empresas y "perfectamente compatible" con épocas de crisis.

Por su parte, el coordinador de la guía explicó cómo llevar a una empresa a una política de compras sostenibles. Según dijo, lo primero es realizar un análisis de las compras que realiza la empresa, de su procedencia, tener en cuenta los criterios ambientales y su impacto desde un punto de vista ético y social.

"Las expectativas de las empresas hoy están cambiando y la tendencia es crear valor a largo plazo. Antes la idea era crecer, ahora la idea es crecer de forma sostenible", apostilló.

Por último, se refirió a la Normativa de Compras Europea, una norma "de no obligado cumplimiento" que se publicará en el mes de octubre. En ella se incluirán buena parte de los indicadores que recoge esta guía y se establecerán los criterios medioambientales y sociales que deberán incorporan las empresas en sus procesos de compras para ser certificadas.

"Este primer estándar europeo", concluyó Reviejo, "se podrá empezar a aplicar en empresas a finales de año y podrá convertirse, en una fase posterior, en una norma internacional ISO que pueda tener vigencia en todo el mundo".