EL PP SOSTIENE QUE LA RELACION ETA-ISLAMISTAS ES "UNA LINEA DE INVESTIGACION NO CONCLUIDA"
- Argumenta en sus conclusiones que el PSOE utilizó el 11-M con "claro interés electoral"
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El PP sostiene que la relación entre ETA y los terroristas islamistas es "una línea de investigación no concluida", tanto en lo que se refiere a los atentados del 11-M como a una eventual colaboración entre ambos tipos de terrorismo de cara a futuros atentados.
Esta idea aparece contenida en el documento de 354 páginas en el que los populares plantean sus conclusiones sobre los trabajos parlamentarios relativos a la matanza de Madrid, que, a juicio del primer partido de la oposición, llevan a que no pueda descartarse el entendimiento entre la banda etarra y los islamistas.
En un apartado titulado "Las posibles conexiones entre ETA y el terrorismo islamista", la formación de Mariano Rajoy trata aspectos como los datos que sugieren que Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras vendieron dinamita a ETA o el trato entre los islamistas y los etarras en las cárceles.
Esta serie de elementos, reconocen los populares, no permiten concluir "que entre etarras e islamistas hubo colaboración para la realización de los atentados del 11 de marzo", pero añaden que las relaciones establecidas en prisión por ambos grupos "conducen a la necesidad de llevar a cabo una investigación rigurosa y profunda que, incomprensiblemente, el Gobierno se ha negado a realizar hasta el momento".
"No sólo para esclarecer toda la verdad acerca de la génesis y realización de los atentados del 11 de marzo", apunta el documento a este respecto, "sino porque la posible colaboración entre etarras e islamistas en el futuro introduciría sin duda un nuevo factor de riesgo para la seguridad de los ciudadanos españoles".
UTILIZACION POR EL PSOE
Asimismo, el PP dedica otra parte importante de sus conclusiones a tratar de demostrar que el PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, intentó instrumentalizar el atentado con fines electorales de cara a los comicios que se celebraron tres días después del 11-M.
Esta es la tesis que se defiende a lo largo de 27 páginas, en las que, bajo el título "La instrumentalización política de los atentados", se denuncia la "campaña de desinformación y confusión" que puso en marcha la formación socialista "desde primera hora de la mañana" del 12 de marzo de 2004.
Los populares vinculan así el triunfo electoral de Zapatero en las elecciones generales del pasado año a esa "campaña de desinformación y agitación", aunque se refieren a que respetan "absolutamente" el resultado que arrojaron las urnas tres días después de la masacre de los trenes de Atocha.
"La estrategia vergonzosa e infame que pusieron en marcha algunos partidos políticos para provocar el rechazo hacia el Partido Popular influyó en el resultado de las elecciones", se sostiene en la página 125 de las conclusiones del partido de Mariano Rajoy.
A este respecto, se insiste en que las concentraciones que se organizaron el 13 de marzo ante distintas sedes populares se convocaron principalmente a través de mensajes de móviles y quienes allí se manifestaron gritaban consignas "del todo coincidentes con las que José Blanco había avanzado el viernes por la mañana".
CAMBIO POLITICO "CON UN MOVIL"
Según el PP, la prueba de que dirigentes socialistas estaban detrás de la movilización de 24.000 personas contra sus sedes queda confirmada por unas declaraciones de noviembre de 2004 del consejero extremeño de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, en las que éste aseguraba que "si no se entiende que hoy con un teléfono móvil en la mano se pueden cambiar el gobierno en un país (...) no se habrá entendido nada".
El documento de los populares añade que el "origen" de esta "campaña de acoso y derribo" se encuentra en la difusión de noticias falsas en la noche del 11-M relativas a la presencia de terroristas suicidas entre los 191 muertos de los trenes.
Se alude, en este sentido, a que "este bulo, según informaciones periodísticas no desmentidas, fue difundido por el propio José Luis Rodríguez Zapatero en conversaciones con directores de medios de comunicación", pese a que el actual presidente del Gobierno "no recordaba llamativamente" en su comparecencia parlamentaria ante la Comisión del 11-M si había comentado este dato con otras personas.
Otros de los "falsos rumores", según los populares, fueron los deseos de José María Aznar de suspender las elecciones del 14 de marzo y el envío de mensajes a móviles y correos electrónicos durante la jornada de reflexión en los que se llamaba a manifestarse ante las sedes del PP.
La formación que lidera Mariano Rajoy denuncia que el Partido Socialista, junto a sus socios parlamentarios, se ha opuesto a que la comisión parlamentaria investigara esta campaña, que "indudablemente existió" en el PSOE y que también "protagonizaron" otros dirigentes políticos como Josep Lluís Carod-Rovira y Arnaldo Otegi.
JORNADA DE REFLEXION
Al mismo tiempo, el PP denuncia que "los distintos partidos políticos de la oposición vulneraron la jornada de reflexión" con declaraciones "muy duras" contra miembros del Gobierno. "Esa vulneración culmina con la comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en la que afirmaba: 'los españoles se merecen un Gobierno que no mienta'", dice la página 129 de las conclusiones populares.
Finalmente, como elemento probatorio de toda esta campaña de "instrumentalización política de los atentados", el primer partido de la oposición incluye una narración cronológica de declaraciones de miembros de otras formaciones políticas entre el 11 y el 14 de marzo.
Entre ellas, se cita a Zapatero, por haber aprovechado una entrevista el 12 de marzo en Onda Cero para pedir al Gobierno que diera "una información permanente y veraz" sobre la autoría de los atentados.
También se menciona al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, por sus manifestaciones en Antena 3 Televisión en las que exigía información al Gobierno porque los ciudadanos "no pueden acudir a las urnas bajo la duda o la sospecha".
(SERVIMEDIA)
01 Jun 2005
NBC