Durante el Pleno del Congreso, Moneo recordó a Alegría el caso de Javier Pulido, un padre catalán que ha sido "insultado, acosado y vilipendiado tan sólo por pedir que su hija reciba parte de las enseñanzas en castellano", situación que, según la diputada, ocurre a "cientos de familias" en esa autonomía y por lo que "miles de personas" se manifestaron el pasado domingo en Barcelona.

"Se sienten desamparados porque la Generalitat incumple la ley ante la inacción y la complicidad del Gobierno de la nación" y su "connivencia con los separatistas", protestó la dirigente del PP que ofreció a la ministra "la oportunidad de rectificar" y amparar a los alumnos en Cataluña.

Alegría respondió que los estudiantes catalanes que quieren estudiar en castellano tienen "el mismo" amparo "que tienen todos los estudiantes que se están formando en comunidades autónomas con lengua cooficial y que está perfectamente recogido en la ley educativa, que garantiza que todos estos estudiantes, cuando termine la enseñanza obligatoria dominarán el castellano y la lengua cooficial".

ACUERDO

"Usted y yo sabemos que no es así", reprochó Moneo. "La verdad es que lo que ocurre específicamente en Cataluña, donde los tribunales se han tenido que posicionar. No ha ocurrido en ninguna otra comunidad", prosiguió y afeó a la ministra que el Gobierno central y Generalitat hayan llegado a "un acuerdo que blinda el catalán y expulsa el castellano de las escuelas" algo que va "en contra" de lo que dicen los tribunales y de la Constitución, "que recoge que el castellano sea vehicular".

"Es una actuación que los convierte en cómplices", lamentó la diputada, que pidió a los miembros del Gobierno "que se marchen ya", porque "son parte del problema".

En su réplica, la ministra pidió al PP "honestidad y franqueza", pues entiende que los representantes populares "no fueron a la manifestación del domingo pensando en las familias", sino que se agarraron "del brazo" de Santiago Abascal (Vox) para "arengar la división y el enfrentamiento" y con ello "volver a la Cataluña de 2017" y "alentar un sentimiento anticatalanista" en busca de "rédito electoral en otros territorios" mientras Feijóo practica el "escondite".