PIERRE CARDIN DEFIENDE EL CAPITALISMO, PERO AL SERVICIO DEL SOCIALISMO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El modisto francés Pierre Cardin pronunció hoy una breve conferencia en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en la que hizo un repaso a su biografía y manifestó que siempre ha sido capitalista y por tanto defiende este sistea, pero al servicio del socialismo.
"Sin embargo", dijo, "tengo respeto por el comunismo, que tiene razón de existir cuando no se tiene nada, porque es una especie de religión".
Durante la conferencia, que llevaba por título "Creación y contestación", Cardin se limitó a recordar su vida, plagada de triunfos: un hombre con talento hecho a sí mismo, que empezó desde muy joven, a los 20 años, en los talleres de Paquin y Schiaparella, que ha creado su propia marca y ahora tiene una gran empresa capazde vender un millón de vestidos a la semana en todo el mundo.
Cardin ha conseguido llevar la moda a las masas, gracias a su invención del "pret a porter", pero lo que más le satisface, según se desprende de sus palabras, es el reconocimiento de museos, como el Metropolitan de Nueva York, el Sogestsu Kaikan de Tokio o el Victoria and Albert de Londres, que han expuesto su moda como una manifestación artística de nuestro tiempo.
Cardin también está satisfecho de sus incursiones en otros campos que raspasan lo que propiamente se entiende por alta costura, como el diseño de coches, de un avión para hombres de negocios o la decoración de una floristería, la Maxim's Fleurs, o del Hotel Clermont Tonerre.
El modisto se considera, además, un viajero, tal y como una medium le vaticinó cuando tenía 16 años, y así ha creado un restaurante Maxim's en Moscú, el montaje de un desfile de moda en la Plaza Roja o la apertura en Pekín de un "show-room".
Ahora, tras cuarenta años de trabajo, el modisto y crador se encuentra satisfecho porque se han cumplido sus sueños de niño, y opina que "no hay ningún medicamento para la creación. Hace falta trabajar, es algo noble y hace falta estar solo para crear".
A su juicio, sí existe algo que no se aprende: "El gusto estético, que es un don del cielo; se tiene o no se tiene, porque la belleza es algo muy personal".
Sobre la situación actual de la moda y las perspectivas que encuentran los jóvenes, Cardin dijo que "el malestar de la juventud ha existido siepre. No creo que las cosas sean ahora más difíciles que antes; el talento no tiene nacionalidad".
Tres consejos dio Cardin para llegar a ser un buen diseñador: tener talento, respeto por los hombres de negocios y un buen agente que se ocupe de la promoción en los medios de comunicación.
Para el modisto, los medios de comunicación juegan un papel vital en la moda, tanto que "yo mismo soy publicidad, puesto que he creado mi propia marca".
En relación con la alta costura y los vestidos excéntrios que se suelen diseñar, el prestigioso modisto francés la calificó de "laboratorio de investigación de la moda", aunque matizó que debe estar al servicio de las masas.
A su juicio, el hecho de que haya más modistos que modistas se explica porque los hombres tienen más capacidad de idealizar y además pueden ir más lejos en sus diseños, ya que no tienen que ponerse los vestidos que crean para las mujeres.
Por su parte, el catedrático de Teoría de la Comunicación Vicente Romano resaltó de Cardin s proyección humanista al extender la belleza del vestido a las grandes masas y considerar la moda como un diálogo de culturas, como lo atestiguan sus trabajos en la Unión Soviética y China.
Romano subrayó también que lo loable en Cardin es su afán por relacionar la belleza con la vida cotidiana.
(SERVIMEDIA)
21 Nov 1991
L