PIDE 30 MILLONES A LA COMPLUTENSE POR DEJAR FUMAR EN LAS AULAS A PESAR DE QUE ESTA PROHIBIDO

MADRID
SERVIMEDIA

Un ex alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la negativa del centro a indemnizarle por permitr fumar en las aulas, supuestamente, a pesar de que está prohibido.

El demandante, O.R.G., recurre una resolución de la Universidad Complutense, de 3 de febrero de 1998, por la que se le deniega una indemnización de 30.500.000 pesetas que había solicitado seis meses antes, el 29 de agosto de 1997.

Pide esa indemnización por los daños y perjuicios que, a su entender, le ocasionó el haber luchado durante los dos últimos años de su carrera para que las autoridades docentes hicieran efectiva la prohiición de fumar.

Su recurso, al que ha tenido acceso Servimedia, se basa en el Real Decreto 192/1988 de 4 de marzo, por el que se limita la venta y uso del tabaco para proteger la salud de la población. Esta norma establece que, dado que el tabaco es una sustancia nociva, en caso de conflicto, prevalecerá siempre el derecho a la salud de los no fumadores sobre el de aquellos que sí lo son.

"Sorprendentemente, en un centro donde te enseñan las leyes y su aplicación, no se respetaba una norma tan secilla como la de no fumar en las aulas", según O.R.G., de 26 años, que se matriculó en la Facultad de Derecho de la UCM en 1991.

Los hechos se remontan a 1994, cuando el número de fumadores en el cuarto curso de Derecho aumentó de tal manera que "la atmósfera era casi irrespirable", máxime cuando en invierno se mantienen las ventanas cerradas y el recinto docente apenas se ventila, según O.R.G., que prefiere guardar el anonimato para protegerse en su lugar de trabajo.

Según explica a Servimedia e propio demandante, al principio pedía a sus compañeros que por favor fumasen en los pasillos, donde estaba permitido, dado que "la gran cantidad de humo" que se acumulaba en el aula le provocaba "afecciones de garganta, picor en los ojos y fuertes dolores de cabeza".

Sin embargo, sus ruegos no tuvieron respuesta, por lo que, a partir de octubre de 1994, decidió hablar con el rector de la UCM y el decano de la Facultad de Derecho para que tomara cartas en el asunto.

"No estoy en contra de que la ente fume, sino de que lo hagan precisamente en lugares donde está prohibido, como son las aulas de la Facultad de Derecho", matiza a Servimedia este ex alumno de la UCM.

Dado que sus reiterados intentos (al menos seis) por hablar con los responsables de la facultad y de la universidad obtuvieron el silencio por respuesta, O.R.G. decidió pasar a la acción. "Empecé a quitarle a la gente los cigarrillos de la boca y a machacar las cajetillas de tabaco", relata.

HOSTILIDAD Y SEGREGACION

Según relaa O.R.G. a esta agencia y tal como consta en la solicitud de indemnización que en su día remitió a la UCM, "el ambiente era cada vez más hostil" y fue "segregado por la mayoría de los compañeros como si tuviera la lepra".

Tanto la falta de respuesta por parte de las autoridades como "el profundo sentimiento de vergüenza ajena, de humillación y de desamparo por haber tenido que soportar durante todo un curso que los que en clase llenaban mis pulmones de humo lo hicieran en total impunidad, acabaron pasndo una triste factura a mis resultados académicos", asegura O.R.G.

Todas estas circunstancias le llevaron a ausentarse de las clases y a un "descalabro académico" tal que le valieron la pérdida de la beca que le había concedido el Ministerio de Educación y Cultura para el material universitario. "El 30 de agosto de 1996 decido abandonar la carrera. Casi un año antes, en noviembre, acudo a los Servicios de Salud Mental de la Comunidad de Madrid debido a la crisis nerviosa que todo esto me provocó", exlica.

TRATAMIENTO SICOLOGICO

Según un informe médico de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, al que ha tenido acceso Servimedia, como consecuencia de su batalla contra el tabaco en las aulas de la facultad de Derecho, O.R.G. ha tenido una tendencia autodestructiva que le ha llevado a intentar quitarse la vida en una ocasión, así como otra agresiva hacia todos aquellos que no respetan las prohibición de fumar en determinados sitios.

Como consecuencia de su foba al humo, nacida de la situación que vivió en la Universidad, el demandante, asegura el informe, ha padecido "sentimientos de autodesvalorización, sentimientos de pérdida, desesperanza e ira y una seria limitación de su estlo de vida".

Asimismo, señala que, si bien "su estado actual es de relativa mejoría clínica", lo cierto es que O.R.G. aún sufre "angustia y conductas de evitación de determinados espacios sociales en los que se fuma habiendo restricciones o normas que lo prohiban". Además, agrega e informe, su enfermedad le ha llevado a abandonar las actividades sociales, sus estudios y ha disminuido sus relaciones interpersonales y le ha perjudicado laboralmente.

(SERVIMEDIA)
09 Ago 1999
VBR