En la mañana del pasado día 6, tuvo lugar unaexplosión en el último piso del número dos de la calle Rio Deba del barrio donostiarra de Eguia, que provocó el derrumbamiento del techo y parte de la fachada del edificio, por lo que éste tuvo que ser desalojado.

Entre los escombros fueron halladas dos personas: una de ellas muerta, Juana Rubio Vicente, de 31 años, y otra herida, Juan Antonio Barrado Encinas, de 35. Ambos eran matrimonio. Pese a que, en un primer momento se pensó que la muerte se había producido tras la explosión, la autopsia reveló ue la mujer estaba ya muerta antes.

AntonioBarrado, su esposo, fue ingresado en la UVI de la Residencia Nuestra Señora de Aránzazu, donde aparte de presentar quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo, tenía heridas de arma blanca con perforación en el diafragma, en la pleura y en los intestinos, según confirmaron fuentes médicas.

La policía que investiga el caso descarta la posibilidad de que una tercera persona haya sido la autora del crimen, y baraja diversas hipótesis como que, tras una discsión fuerte entre ambos, el hombre al haber asesinado a su mujer, decidiera suicidarse cortando la goma del gas y dándose diversas puñaladas o que, tras el intercambio de cuchilladas entre la pareja y al comprobar que la esposa había resultado muerta, abriese el gas con la intención de que pareciese un accidente.

La Policía encontró un machete, con el que pudo realizarse el crimen, bajo la cama de la víctima. El matrimonio vivía en el barrio de Martutene de San Sebastián y, se alojaban en el piso de Euia, propiedad de un familiar, desde el jueves, un día antes del suceso, aprovechando que aquel se encontraba de vacaciones. Varios vecinos del inmueble siniestrado aseguraron que la noche anterior habían oido una fuerte discusión.