UN PERIODISTA DE "INFORME SEMANAL" CUENTA EN UN MANUAL LOS "SECRETOS" DEL PERIODISMO DE RADIO Y TV
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Juan Antonio Tirado, periodista del equipo de "Informe Semanal", el programa decano de TVE, presentó anoche en Madrid su manual de "Técnicas para leer y escribir en radio y televisión", en el que apuesta por combatir el "complejo de inferiridad" de los medios audiovisuales ante la prensa escrita.
El libro, escrito en colaboración con las logopedas María Ruiz del Arbol y María Isabel Albar, incluye un CD ROM con ejercicios prácticos y cuenta con sendos prólogos de Olga Viza y Baltasar Magro, dos veteranos del periodismo televisivo.
Baltasar Magro destaca que el autor aborda en el libro "los secretos para escribir en radio y televisión" y logra un texto, "mitad manual de aprendizaje, mitad relato literario", en el que denuncia "alguos vicios, deformidades, excesos y experiencias de nuestra profesión como periodistas audiovisuales".
El manual, dirigido a profesionales de los medios de comunicación, estudiantes de periodismo y curiosos de la lengua en general, defiende que "el profesional de la radio y la televisión debe reivindicar su papel de cazador de noticias, recuperar el olfato y el instinto de los buenos reporteros o, por contra, claudicar ante una información de sesgo institucional y oficialista".
A su juicio, "los mdios audiovisuales tienen un complejo de inferioridad ante la prensa", que lleva a situaciones en que, "en bastantes ocasiones, un profesional de las ondas ofrece a su jefe una determinada información que éste rechaza sin más. Cuando varios días después esa noticia aparece en un diario, el mismo jefe se da prisa en encargar el asunto, que ahora sí es importante, porque ha salido en la prensa".
NI EL "HOLA" NI "EL CASO"
En su repaso al estado de la los medios radiofónicos y televisivos, Juan Antonio irado advierte del riesgo de que los telediarios se vean anegados por un exceso de noticias sobre catástrofes naturales y noticias del corazón.
"Si un telediario no es el 'Hola', tampoco puede ser 'El Caso'. No tiene sentido dar importancia a una noticia curiosa, pero carente de relieve. La vida está llena de anomalías. Acaso la vida misma sea una anomalía prodigiosa, pero eso no es noticia", recalca.
En la práctica del género de la entrevista, el autor da algunos consejos prácticos para revivir iejas técnicas periodísticas en creciente desuso.
Sugiere, por ejemplo, que "cuando el invitado está mintiendo y al periodista le conste, debe hacérselo notar con elegancia, pero con firmeza, mencionando fuentes y contrarrestando los datos aportados por aquél". Recomienda, igualmente, no incurrir en la descortesía de "aprovechar que se ha despedido al invitado para descalificarlo. Cuando alguien se va no se habla mal de él. Ni tampoco bien. Se aborda otra cosa y punto".
El libro formula una necesria advertencia ante la manía de invocar a supuestos "expertos" para avalar una noticia, una fórmula que equipara a la desacreditada fórmula de apelar a "fuentes generalmente bien informadas".
"A los expertos", subraya, "o se les señala por su nombre o se les deja en paz", porque, por ejemplo, al hablar de los efectos del vino, "si el esperto está pagado por los cosecheros riojanos, probablemente su opinión será muy distinta de la que tenga otro experto de Alcohólicos Anónimos".
Asimismo, la exigncia de brevedad en la información en radio y televisión, servidumbre de los periodistas que trabajan en esos medios, es también un reto que el autor de este manual describe gráficamente: "En algún sitio he leído que en la Biblia se utilizan diez palabras para contar la creación del mundo y que la agencia que dio la noticia del lanzamiento de la primera bomba atómica usó trece palabras. ¿Cuántas empleamos a diario para describir los indescriptibles amoríos del conde Lecquio y alguna de sus novietas o para acarle punta a las palabras de algún dirigente político?".
(SERVIMEDIA)
12 Jun 2003
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