El incremento no será igual en todos los países, ya que varía en función de la situación económica de cada Estado. En tota, unos 26.000 emigrantes que residen en Iberoamérica y Marruecos acceden a este tipo de pensiones, que recaen sobre jubilados con bajos recursos económicos.

El presupuesto que el Gobierno, a través del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, destinará en 1998 a las pensiones asistenciales de los emigrantes asciende a 5.600 millones de pesetas, un 15 por ciento más que en 1997.

Angeles Muñoz señaló que el incremento que experimentarán estas pensiones demuestra el esfuerzo presupuestario que el Mnisterio de Trabajo y Asuntos Sociales tiene previsto realizar este año, similar al del anterior, para mejorar el nivel de ingresos de los emigrantes mayores de 65 años que las perciben.

La directora general manifestó que este aumento en la cuantía de las pensiones irá acompañado de una serie de medidas para mejorar el control sobre ellas y evitar el fraude.

Muñoz puso de manifiesto las dificultades que entraña ejercer este control, ya que todos los perceptores residen desde hace años en el extrajero.