Pese a la oposición del párroco, J.A.R. permanecerá en el exterior de la iglesia, situada en la calle Arenal, y comenzará una huelga de hambre hasta que los médicos que le operaron realcen un informe, con el que pueda acudir a los dos únicos cirujanos en el mundo especializados en reconstrucciones de plástica.

J.A.R., que quiere permanecer en el anonimato por tratarse de una persona muy conocida en su ciudad, fue intervenido en dos ocasiones en Zaragoza, donde le dejaron en mal estado los cartílados de ambos apéndices.

Posteriormente acudió a Madrid, "donde el doctor Vicente del Pino Paredes me opera y me rompe el cartílago de la oreja derecha por varios sitios, me deja la orej pegada totalmente al cráneo y, por lo tanto, tiene que intervenir la izquierda para pegarla también", aseguró a esta agencia.

Niguno de los dos médicos quiere realizarle un informe para que pueda ser atendido por los dos únicos expertos del mundo que pueden realizar operaciones de reconstrucción de plástica.

"Todos los días tengo que tomar fármacos para calmar el dolor", añadió J.A.R, "y he llegado a la morfina porque después de tres años y medio los calmantes ordinarios ya no me hacen nada".

En estos momentos, el caso está en manos del catedrático Manuel Cobo del Rosal, a la que espera de que salga la sentencia.