Bono, que clausuró en la Iglesia de San Pedro Mártir de Toledo la entrega del Premio Abogados de Atocha al presidente delForo Ermua, Vidal de Nicolás, criticó el proyecto soberanista del PNV y aseguró que "ni siquiera aquellos reaccionarios inicios del nacionalismo vasco podían imaginar" unas cuotas de poder como las que hoy tiene el Ejecutivo de Vitoria.

"Es inadmisible que los dirigentes vascos pretendan un debate que llaman sereno sobre su futuro cuando allí sólo están serenos y tranquilos, sin miedo a la muerte o al robo a mano armada, los que acepten en todo o en parte el principio de que España es la madastra de l que tienen que separarse", dijo.

El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha explicó que en la Constitución española "no caben soberanías compartidas ni ámbitos de decisión soberana distintos a los del pueblo español", y rechazó cualquier modificación de la Carta Magna porque "no es un pacto de coyuntura ni un pacto provisional que permanentemente tengamos que revisar ante el discurso de cualquier ayatolá".

Con un tono contundente, Bono sentenció que "no son admisibles más fronteras de sobernía que las que compartimos con Francia, con Portugal y con Marruecos. Ahora que hemos logrado superar las fronteras de la UE no podemos consentir el propósito de que se avance en la construcción de fronteras entre el País Vasco y España a fuerza de levantar una frontera mucho más detestable que la física, que es la que el PNV está fortificando entre los propios ciudadanos vascos".

Bono aprovechó la presencia del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy; del secretario general del PSOE, JoséLuis Rodríguez Zapatero; del presidente del Tribunal Constitucional, Manuel Jiménez de Parga; del presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Francisco Hernando; del secretario general de UGT, Cándido Méndez; del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón; de diversos representantes políticos de PP y PSOE; de miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y de dos altos dirigentes de la Iglesia católica para convertir la entrega del premio en un acto con el que demostrar que "no queremos estr al margen, queremos estar juntos sin ser neutrales, en la misma trinchera si es menester".

Asimismo, recriminó al Partido Nacionalista Vasco su "ambigüedad" y su "tibieza" con el entorno de ETA. A su juicio, los que están "en medio" de las víctimas y de los asesinos constituyen "un enemigo más irresistible que las pistolas" por la "indiferencia y la indignidad" de mirar hacia otro lado. "El terror y la tibieza, la violencia y la ambigüedad, se han confaludado en el País Vasco y han corrompido la conivencia y han corrompido hasta las palabras", apostilló.

Por último, defendió a los miembros y dirigentes de la Iglesia católica que recuerdan el quinto mandamiento, no matarás, y señaló que "es injusta" cualquier generalización por la actitud de algunos párrocos y obispos del País Vasco. "Algunas excepciones, que las hay, más dolorosas para los obispos y la propia Iglesia que para quienes las critican, no deben hacernos olvidar que la Iglesia y la inmensa mayoría de los cristianos estamos incondicionlmente por la vida y por la paz, es decir, contra ETA".