Lo hizo en un comunicado en el que deploró que Israel esté a punto de perpetrar un “bárbaro ataque” en Rafah, una acción que, según su director general, Franc Cortada, se sumaría a los “más de seis meses” en los que las autoridades israelíes, “de forma sistemática y deliberada”, lleva ordenando “ataques en zonas claramente marcadas como ‘zonas seguras’ y ‘rutas de evacuación’”.

En ese sentido, subrayó que “cualquier afirmación que haga ahora de que los civiles serán evacuados de forma segura ha perdido credibilidad” y consideró “incomprensible que a un gobierno se le permita ignorar todas las advertencias sobre el catastrófico coste humanitario con total impunidad y continuar con sus planes con un escalofriante desprecio por la vida humana, el derecho internacional y el fallo de la Corte Penal Internacional en el proceso abierto por genocidio contra Israel”.

Ante esta situación, Franc Cortada aseveró que “no debe permitirse que se produzca esta invasión terrestre” y denunció que “con sus fondos multimillonarios y su apoyo armamentístico directo, las naciones más poderosas han dado de facto carta blanca a Israel para cometer crímenes de guerra”.

Por último, manifestó que la UE y el conjunto de la comunidad internacional “deben dejar de titubear” y “detener el comercio de armas, suspender el acuerdo de asociación UE-Israel y presionar aún más para lograr un alto el fuego inmediato”.