Miguel Angel Falcó, de cinco años de edad, asistía por primera vez este año al colegio público Miguel Servet de Elda, pero a partir de la segunda semana de clases comenzó a tener problemas y le fue impedida la asistencia al colegio.

La situación conflictiva comenzó a raíz de la presión ejercida por las madres de algunos niños que pidieron a la dirección del cetro que Miguel Angel no fuera a clase por ser hijo de una toxicómana enferma del Sida.

Según informaron en el centro, el niño ha dejado de asistir durante unos días por no tener formalizada su matrícula, aunque la directora del colegio, Matilde Ruiz, aseguró hoy que Miguel Angel podrá reintegrarse cuando haya presentado toda la documentación exigida.

Matilde Ruiz explicó que uno de los documentos que la familia de Miguel Angel no ha presentado es el certificado médico, por lo que desconoce realmete si es portador del Sida. Las informaciones que corren sobre su salud se deben más a cotilleos, comentó.

Otro de los casos de marginación escolar se ha registrado en la localidad valenciana de Masalavés, donde un grupo de padres de alumnos del colegio Blasco Ibáñez se han negado a llevar a sus hijos al centro mientras asista a clase Ismael García, de cuatro años de edad y portador de anticuerpos del Sida.

De los 14 compañeros que acuden a la clase de Ismael, hoy sólo fueron 6, después de que lo padres se intercambiaran información y decidieran adoptar esta postura.

Ante la nueva situación creada, la dirección del colegio no ha tomado ninguna decisión.