Se trata de dos plantas en los estados de Virginia Occidental y Louisiana, con 100 y 160 MW, respectivamente. Ambos proyectos están en construcción y se conectarán en los próximos meses, y cuentan con contratos de compra de energía a largo plazo (PPA) firmados con AEP Energy y Entergy Louisiana.

Estas transacciones han sido respaldadas por un 'tax equity investor' (RBC Community Investments) y financiadas por BBVA, Intesa Sanpaolo y MUFG. Con estos aportes, Opdenergy ha cerrado cerca de 2.000 millones de dólares (1.900 millones de euros) de deuda para proyectos.

Luis Cid, consejero delegado de la compañía, comenta que "estos proyectos generarán energía limpia y competitiva, que es lo que demanda América. Además, aportarán numerosos beneficios ambientales y económicos a las comunidades de West Virginia y Luisiana, en las que se encuentran”.

Se estima que ambas plantas evitarán la liberación de 260.000 toneladas anuales de CO2 a la atmósfera, de acuerdo con los últimos factores de emisión publicados por la EPA, lo cual es el equivalente a la circulación anual de 57.000 coches de combustión o el consumo de más de 43.000 hogares, según consumos equivalentes publicados por la US EIA.