Países como Grecia, Italia, Francia y España perciben de forma intensa el calentamiento global como una "amenaza para el propio país". Casi cuatro de cada cinco entrevistados de dichos países suscriben esta opinión, proporción mayor que la observada en países con más tradición ecologista, como Alemania (73%) o Suecia (70%), según los datos extraídos del informe.

El dato que este estudio arroja para España (el 78% de la población o uno de cada ocho españoles) está en consonancia con el recientemente publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), según el cual al 80% de los entrevistados les preocupa “mucho” o “bastante” el cambio climático.

Un 11% de los españoles declara, en cambio, poca preocupación y un 4%, ninguna. Un 3% de la población incluso pone en duda la existencia de un cambio climático).

ESPAÑOLAS, CONCIENCIADAS

Según Funcas, los datos evidencian que la "conciencia del problema medioambiental y la preocupación por el deterioro de la naturaleza están muy presentes en España, sobre todo entre las mujeres y entre quienes se identifican más con la izquierda".

Por otra parte, una mayoría tan amplia como la que manifiesta sentirse muy o bastante preocupada por el cambio climático opina que en España se deben hacer cambios profundos en “la lucha contra el cambio climático y el cuidado del medio ambiente”.

No obstante, cuando se pregunta a los españoles por las preferencias en cuanto a gasto público, la protección del medio ambiente queda por debajo de otras partidas.

Más de la mitad de los entrevistados opina que se debería gastar “mucho más” en sanidad e investigación y ciencia, mientras que menos de uno de cada tres defiende un gasto mayor para proteger el medio ambiente.

En términos globales, la población mundial está cada vez más concienciada de problemas como el calentamiento global y sus riesgos, aunque las diferencias entre países son notables.

PANDEMIAS Y CIBERATAQUES

En definitiva, para las sociedades europeas, así como para la japonesa y surcoreana, la percepción del cambio climático como una gran amenaza para sus países está muy extendida.

Pero existen otros riesgos globales que son percibidos por algunas sociedades de forma muy intensa como son “la propagación de enfermedades infecciosas” o los “ciberataques de otros países”.

Por ejemplo, en Israel, Estados Unidos, Malasia o Singapur los porcentajes de personas que ven en los ciberataques y la propagación de enfermedades infecciosas como grandes amenazas para sus respectivos países son más altos que los señalan el calentamiento global.