Uriarte lanzó esta propuesta antes de ser elegido presidente de Nuevas Generaciones por los más de 800 compromisarios que asisten este fin de semana en Toledo al 12 Congreso Nacional de esta organización juvenil.

Con su elección, toma el relevo de Carmen Fúnez, quien ha liderado el proyecto durante cinco años y medio junto a José Enrique Núñez como secretario general.

En su intervención, Uriarte explicó que la "revolución popular" debe llevarse a cabo "de una manera constructiva y no de una manera que rompe páginas de la Constitución ni que quema banderas de España ni se ata en las emisoras de radio ni se va a las playas a criticar a un medio de comunicación".

A su juicio, España necesita un cambio de gobierno para recuperar la confianza en un momento en el que el país "vuelve a dudar de dónde viene y a dónde va" ante las reformas estatutarias puestas en marcha por el presidente del Gobierno.

Uriarte defendió que ha llegado "el momento de liderar la revolución de los jóvenes, que sea una gran revolución popular, una revolución para todos, de libertad, de ganas, una revolución de futuro" que deben poner en marcha los afiliados de Nuevas Generaciones desde sus "pueblos" y "sedes" porque allí son los "líderes de la oposición" contra Zapatero.

Para llevar a cabo esta iniciativa, Uriarte señaló "tres pilares fundamentales": una ideología de centro reformista liberal, una organización unidad pero abierta a todo el que quiera incorporarse y una actitud "apasionada, con garra, optimista ante el futuro y despierta".

UN APASIONADO DEL CENTRO

Aseguró que su manera de vivir ha estado guiada siempre por el "centro" político que representa el PP, que definió como "un compromiso con la liberad y con las personas". "No es un punto negro, no es no ser radical, no es tener que decir las cosas muy claras. El centro es saber gobernar con todos y para todos, con ideas y convicciones", dijo.

Uriarte no sólo alabó la ideología de centro que llevó a Aznar al Gobierno de España, sino que elogió al ex presidente por su capacidad para dejar claro lo que quería. Como ejemplo, criticó que Zapatero ha mandado las tropas a Líbano sin decir "a dónde nos quiere llevar" mientras que -sin citar la guerra de Iraq- con Aznar "sabíamos a dónde íbamos".

El nuevo presidente de Nuevas Generaciones no eludió la polémica sobre los atentados del 11-M y la alianza formada por el resto de los partidos para boicotear cualquier iniciativa que presenten los populares al respecto. Uriarte le dedicó pocas palabras, pero mostró sus dudas sobre la masacre de Atocha. "España, los ciudadanos y las víctimas se merecen saber qué paso esos días, por qué pasó y para qué pasó y mientras no sepamos la verdad algo huele mal en este país", sentenció.

Tampoco obvió la negociación entre la organización terrorista ETA y el Gobierno de Zapatero, al que criticó por decir que los jóvenes quieren la paz. La próxima vez que lo repita, propuso organizar una visita a La Moncloa con los miembros de Nuevas Generaciones del País Vasco para que estos le expliquen "qué es la dignidad, qué es llevar escolta y qué es la banda terrorista". "Parece que no se ha enterado", apostilló.