AI asegura que en los últimos 10 años, seis países -Iraq, Irán, Nigeria, Paquistán, Bangladesh y Barbados- permitieron ejecuciones de personas por delitos cometinos cuando contaban con menos de 18 años.

El informe indica que Estados Unidos cuenta con más delincutes juvenils en el pabellón de la muerte que ningún otro país, a pesar de que sus dirigentes han firmado y ratificados acuerdos internacionales que proscriben la ejecución de delincuentes juveniles.

"Pese a ésto", continúa el documento, "la Corte Suprema de los EE.UU. decidió en 1989 que esta pena era permisible, lo que significa un paso atrás en los derechos humanos".

AI manifiesta que la mayoría de los delincuentes juveniles condenados a muerte en Estados Unidos proceden de entornos "seriamente carenciale" y "quedaron fuera de la red de gatantías jurídicas concebidas para apartar a estas personas del pabellón de la muerte, excepto a los más atroces".

Una de las situaciones más escandalosas denunciadas por la organización humanitaria es que la razón más frecuente para juzgar a menores en tribunales de adultos e imponerles penas de muerte, "no es sólo la gravedad de sus delitos, sino también la falta de centros para delincuentes juveniles con largas condenas".

ULTIMA EJECUCION

La última ejecuciónde un jóven delincuente en Estados Unidos fue en mayo de 1990 cuando las autoridades de Luisiana enviaron a la silla eléctrica a Dalton Perejean, un esquizofrénico que había salido de una institución en contra de las recomendaciones de su médico, "porque no había más dinero para cuidarlo y, seis meses después, mató a un agente de policía", según la investigación de AI.

Dalto Perejean es, según AI, el noveno delincuente juvenil ejecutado en Luisiana en este siglo. "Todos los condenados eran de raza nega, estaban acusados del asesinato de víctimas blancas y condenados por jurados formados en su totalidad por personas de raza blanca", recuerda.

Amnistía Internacional asegura que en catorce casos que examina su informe, omitieron a los jurados información sobre la competencia metal de los acusados y en algunos causas no presentaron su edad como factor atenuante.

"En otras ocasiones", añade, "los abogados defensores no pudieron conseguir un exámen psiquiátrico independiente del acusado, debido a l falta de fondos".

Según el informe, la mitad de los jóvenes encausados sufrieron abusos físicos o sexuales graves en la infancia, y 10 de ellos contaban con un historial de consumo de grogas y alcohol desde edad temprana".

"Es obvio que no queramos decir que no se deba castigar a los delincuentes juveniles; sólo pretendemos pedir que no sean ejecutados", dicen los responsables de AI a modo de resumen.