PAÍS VASCO

LA MUJER DE PUBLIO CORDÓN SE DECLARA ANTE EL JUEZ CONVENCIDA DE QUE LOS GRAPO ASESINARON A SU MARIDO

- Pilar Muro reveló que, días después del pago del rescate, los terroristas llamaron preguntando por qué Cordón no aparecía en los medios de comunicación

MADRID
SERVIMEDIA

Pilar Muro Navarro, la mujer de Publio Cordón, el empresario aragonés secuestrado por los Grapo en 1995, se mostró hoy convencida de que los terroristas asesinaron a su marido y no lo pusieron en libertad, tal y como aseguraron posteriormente.

Durante su declaración en el juicio contra tres presuntos cabecillas de la banda, Pilar Muro, visiblemente emocionada, manifestó que "han pasado casi 13 años y Publio no ha aparecido; no lo liberaron porque seguramente lo asesinaron". "Son terroristas sanguinarios, lo más bajo de la sociedad, capaz de cualquier cosa, y las víctimas tenemos temor", añadió.

La mujer del empresario se mostró convencida de que, "si no está mi marido entre nosotros, es porque la vida humana para ellos no tiene ningún valor, lo han demostrado en muchas ocasiones", dijo dirigiendo la mirada hacia los acusados.

Muro hizo estas declaraciones en el juicio que la Audiencia Nacional está celebrando, por el secuestro de Publio Cordón, contra Manuel Pérez Martínez, el que fuera secretario general del supuesto brazo político de los Grapo; su pareja, Isabel Llaquet Baldellou; y el cabecilla de la banda terrorista, Fernando Silva Sande.

El Ministerio Público, representado por el fiscal Luis Barroso, solicita para Pérez Martínez, Llaquet Baldellou y Silva Sande sendas penas de 27 años de prisión como inductores directos del secuestro de Publio Cordón, concretamente por un delito de detención ilegal.

También pide que los acusados indemnicen de forma conjunta con los ya condenados por esta causa a la esposa e hijos del empresario aragonés con la cantidad de 300.506 euros, si se acredita que Cordón está vivo o en libertad, o con 2.404.048 euros (400 millones de pesetas, la cantidad que los familiares pagaron por el rescate) si se demuestra que está muerto.

CHALÉ EN EL ALGARVE

En su declaración como testigo, Muro señaló que supo que su marido había sido secuestrado por los Grapo cuando éstos revindicaron la acción a través de una carta enviada a un periódico. El secuestro se produjo a primera hora del 15 de junio de 1995, cuando el empresario salió a correr con sus perros por un parque próximo a su vivienda.

Unos días después de la publicación de la revindicación, la familia del empresario recibió una llamada de los terroristas.

La hija del empresario desaparecido, María Del Carmen Cordón, confirmó los datos aportados por su madre, y añadió que los terroristas les hicieron llegar varias cartas manuscritas del empresario. En una de ellas, los Grapo les daban instrucciones precisas "para pagar el rescate", que fijaron en 500 millones de pesetas.

Las instrucciones establecían que, una vez tuvieran el dinero, debían publicar un anuncio, del que se daban los detalles concretos, en un periódico previamente convenido. El anuncio debía decir "vendo chalé en el Algarve", indicando el número de teléfono en el que los terroristas podían contactar con la familia.

Según explicó el yerno de Publio Cordón, Ignacio Pablo Jímenez, quien fue el encargado de realizar las negociaciones con los Grapo, los familiares no pudieron reunir toda el dinero a tiempo, por lo que en el anuncio introdujeron la frase "precio a negociar", asesorados por una empresa inglesa especializada en negociaciones y rescates.

PAGO DEL RESCATE EN PARÍS

A partir de ahí, y a través del número de teléfono móvil publicado en el periódico, "hubo bastantes llamadas y conversaciones y se fijó una cantidad final y un lugar de entrega", relató la mujer del empresario. A través de las negociaciones, los familiares consiguieron rebajar el rescate a 400 millones de euros.

Jiménez explicó que todas las llamadas fueron realizadas por una persona que se hacía conocer como "Benito" y que más tarde identificó como el dirigente de los Grapo Enrique Cuadra Echeandía, ya condenado por estos hechos.

La hija y el yerno de Cordón fueron los encargados de realizar la entrega del dinero. María del Carmen Cordón explicó que el 8 de agosto de 1995, ella y su marido salieron desde Madrid en coche hacia París, donde habían concertado la cita con los terroristas. Al día siguiente, y ya en la capital francesa, se desplazaron hasta una cabina en la Avenue d'Italie vestidos de blanco, tal y como habían estipulado los terroristas, y recibieron una llamada de "Benito".

A partir de ahí, según explicaron tanto la hija como el yerno, los terroristas les tuvieron todo el día dando vueltas por París, yendo de cabina en cabina. "Recibíamos una llamada o encontrábamos una nota en la que nos daban cita en otra cabina de la ciudad", señaló Jiménez.

Por fin, sobre las 20.00 horas, la hija y el yerno de Cordón estacionaron su coche en un puente que les había sido indicado. En ese momento, "Benito", al que luego identificaron como Cuadra Echeandía, golpeó la ventana del conductor mientras que otro miembro de los Grapo, al que más tarde reconocieron como el acusado Silva Sande, se situó detrás del vehículo.

Tras discutir un rato sobre la forma de entrega, los terroristas decidieron finalmente subir al coche, Cuadra Echeandía en el asiento del copiloto junto a la hija de Cordón y Silva Sande en la parte trasera, al lado del yerno.

De esta forma, y siguiendo las indicaciones de Cuadra Echeandía, estuvieron un rato conduciendo por la ciudad hasta que los terrorista se bajaron del coche, cogieron el dinero que estaba colocado en tres bolsas de deporte situados en el maletero y se marcharon. Jimenéz recordó que antes de marcharse, los terroristas estuvieron conversaron con ellos y que incluso Silva Sande, intentando "ser amable", le dijo "lo habéis hecho muy bien".

LOS TERRORISTAS, "CONTAMINADOS"

Los terroristas habían asegurado, a través de una carta, que podrían en libertad al empresario en Barcelona dos días después de recibir el dinero del rescate. La mujer de Cordón reveló que, pasados varios días, y cuando empezaban a sospechar que el empresario no había sido liberado, recibieron una llamada de los Grapo.

En dicha llamada, los terroristas preguntaron a los familiares por qué "Publio no había aparecido en los medios de comunicación". "Aseguraron que lo habían liberado", añadió la mujer del empresario.

Ante esta situación, los parientes de Cordón decidieron remitir varias cartas tanto al Comité Central de los Grapo - enviada a través del abogado habitual de los terroristas- como a los presos de la banda, en la que pedían ayuda para esclarecer las circunstancias que rodearon al secuestro del empresario.

Muro explicó que los Grapo "no liberaron a Publio y queríamos una explicación" porque ellos si habían cumplido con su parte del acuerdo alcanzado. Además, la mujer de Cordón señaló que el envió de las cartas también estuvo motivado en el convencimiento de que los propios miembros de los Grapo "estaban contaminados", es decir, que desde la propia organización "se les estaba mintiendo".

"No hubo ninguna respuesta", señaló apesadumbrada la mujer de Cordón.

Después de escuchar el relato de los hechos por parte de los familiares y dar cuenta de las pruebas periciales, el fiscal elevó a definitivas sus peticiones iniciales de penas. Tras formular todas las partes sus correspondientes conclusiones, el juicio quedó visto para sentencia.

(SERVIMEDIA)
04 Dic 2007
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