MUERTE DE DON JUAN.- DON JUAN, UN HOMBRE CLAVE EN LA RESTAUACION DE LA DEMOCRACIA
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Don Juan de Borbón, tercer hijo varón de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg, nació en La Granja (Segovia) el 20 de junio de 1913. El 12 de octubre de 1935, a la edad de 22 años, contrajo matrimonio con María de las Mercedes de Borbón y Orleans, con la que tuvo cuatro hijos, Pilar, Margarita, Juan Carlos y Alfonso. Este último murió en 1956 a causa de un desgraciado accidente mientras jugaba con una pistola con su hermano.
Se convirtióen heredero al trono tras la abdicación de su padre, Alfonso XIII, el 15 de enero de 1941, y después de que sus dos hermanos mayores, don Jaime y don Alfonso, renunciaran a sus derechos dinásticos en 1933.
En ese momento comienza a liderar la oposición monárquica al general Franco. Pensaba que el único régimen político capaz de superar la diferencia de las dos españas era la monarquía y por ello planteó siempre la restauración como forma de superar tanto el radicalismo de izquierdas de los últimos año de la República como la dictadura militar.
Esta lucha se pone de relieve en los manifiestos de Laussane (Suiza) y Estoril (Portugal). En ambos defiende la instauración inmediata de una monarquía constitucional, que permitiese la conquista de las libertades perdidas tras el golpe de estado del general Franco, además de ayudar a normalizar las relaciones exteriores de España.
En los años 50 desarrolla consultas con los diferentes gobiernos occidentales, especialmente Gran Bretaña y Estados Unidos,e incluyó contactos con la oposición de izquierdas tanto del interior como del exterior, cuando toda la oposición evidenció que la única posibilidad de derrocar la dictadura pasaba por un frente común.
El resultado se ve finalmente reflejado en el Pacto de San Juan de Luz (Francia), entre los monárquicos y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), para formar un gobierno provisional que convocara un referéndum de reforma política.
ENTREVISTAS CON FRANCO
A lo largo de su vida, don Juan se entevistó varias veces con Franco. El primero de los encuentros, que se desarrolló en el yate "Azor", estuvo marcado por la Ley de Sucesión. En el segundo, que se celebró en Las Cabezas (Cáceres), estuvo presente la formación superior del futuro monarca.
En un tercer encuentro, mantenido en el mismo lugar que el anterior, se habló de la posible designación de don Juan Carlos como heredero y Príncipe de Asturias.
Los años sesenta fueron los más difíciles, pues el número de pretendientes a la Corona epañola aumentó. Junto a don Juan Carlos había que contar a Alfonso de Borbón y Dampierre, hijo del hermano mayor de don Juan, y a don Hugo de Borbón.
Todos representaban formas diferentes de monarquía. Don Juan Carlos representaba a la monarquía constitucional, don Alfonso de Borbón y Dampierre a una monarquía de corte falangista y don Hugo de Borbón a la monarquía tradicionalista del carlismo.
Finalmente, las Cortes, convocadas por Franco en 1967, eligieron a don Juan Carlos como heredero. Ello upuso para el padre del actual monarca la renuncia a sus derechos legítimos al trono y la cesión de su estatus personal en beneficio de la única salida pacífica que tenía el régimen franquista. Este proceso culmina con la muerte de Franco, la coronación de don Juan Carlos y la posterior abdicación de don Juan, en 1977.
Alejado ya de todo protagonismo, en enero de 1980 los médicos del Memorial Hospital de Nueva York le diagnosticaron un cáncer de laringe, que obligó a practicarle, en 1985, una decorticción de la cuerda vocal izquierda, afectada por una lesión inflamable en la laringe.
En 1988 el cáncer ya se había transformado en metástasis y el 1 de febrero de ese año se le extirpa la laringe. Desde entonces se sometió a reconocimientos periódicos en la Clínica Universitaria de Pamplona, siendo atendido por los doctores Emilio Moncada y Rafael García-Tapia, directores de los departamentos de Endocrinología y Metabolismo y de Otorrinolaringología, respectivamente.
Ingresó definitivamente en laClínica Universitaria el pasado 16 de septiembre pasado, abandonando Pamplona únicamente para asistir al traslado definitivo de los restos de su hijo don Alfonso al Monasterio de El Escorial. Sus últimas declaraciones públicas las realizó al "Diario de Navarra" y en ellas se mostraba preocupado por los nacionalismos y la posibilidad de desintegración territorial del Estado español.
(SERVIMEDIA)
01 Abr 1993
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