Las feministas destacan en un comunicado que "la mitad de las mujeres asesinadas habían denunciado y, o bien los jueces habían decidido no tramitar sus denuncias, o bien habían decidido que no requerían protección. En el caso de las mujeres asesinadas que tenían orden de alejamiento pone en evidencia la necesidad de revisión de las medidas de protección".

Por eso, inciden en la importancia de dejar de poner la responsabilidad en las mujeres y piden más responsabilidad por parte de las instituciones, "que deben ser las garantes de la protección necesaria para frenar la violencia machista".

Asimismo, la Comisión 8M —espacio de confluencia del movimiento feminista madrileño, y convocante de las huelgas y movilizaciones feministas de los últimos años— advierten que "las violencias machistas no son casos aislados, sino que se enmarcan en un sistema que oprime a las mujeres, y requieren por tanto medidas estructurales como respuesta". En este sentido, destacan la necesidad de una educación afectivo-sexual de calidad y de una transformación del sistema judicial, que continúa funcionando de manera patriarcal.

Además de esta concentración central, las asambleas de Barrios y Pueblos del movimiento feminista de Madrid han convocado también diversas concentraciones, en Vallecas y Moratalaz.