En la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno, Montero solicitó “lo que el presidente Sánchez ofreció a Feijoo, que es tener una mesa de financiación autonómica entre PP y PSOE que permita con discreción y con interlocutores que representen el interés general avanzar en esta cuestión”.

A este respecto, afirmó que “17 comunidades autónomas están pidiendo cosas diferentes” y recordó que se trata de modificar una ley orgánica que aprueban o rechazan los partidos políticos.

Además, defendió que el Gobierno puso una propuesta sobre una de las variables más importantes, población ajustada, “con una propuesta numérica encima de la mesa, y lo que se encontró de aportaciones de las autonomías fueron posiciones extremadamente contrarias”.

“No tiene nada que ver lo que dice Galicia con lo que dice Madrid, las autonomías se han instalado en una política de máximos”, añadió Montero, quien concluyó que “eso dificulta sobremanera la capacidad de avance”.