La visita de Gallardón a Montera, que hoy estaba completamente limpia de prostitución callejera, se vio interrumpida nada más comenzar durante unos momentos por un grupo de trabajadores del Teatro Español y del Centro Cultural de la Villa, que abordaron al alcalde entre pitadas para reclamar su derecho a la negociación colectiva.

Tras salvar este obstáculo comprometiéndose a reunirse con ellos si no se resuelve el conflicto, Gallardón continuó su recorrido y explicó el plan de peatonalización. Estuvo acompañado por varios concejales, así como por el presidente y vicepresidente de la Asociación de Vecinos, Comerciantes y Empresarios de Montera y Adyacentes, César Torquemada y Juan Ramírez, respectivamente.

Gallardón informó de que todos los días transitan por el entorno de Sol, entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde, unos 150.000 peatones, de los que 10.000 lo hacen por Montera, lo que significa que esta calle tiene una relación de 10 peatones por cada vehículo que circula por ella. "Lo que nosotros vamos a hacer es invertir esa relación; vamos a hacer de Montera una calle para quienes la están demandando, es decir, para los peatones y no para los vehículos", declaró.

Explicó que el ayuntamiento aprovechará las obras del "túnel de la risa" y de la nueva estación de Sol que está haciendo el Ministerio de Fomento, que obligan a cerrar al tráfico la calle Montera, para que este cierre sea definitivo y que "esta absurda frontera que existe entre las calles Preciados y Carmen", que son en estos momentos las más demandadas por los comerciantes y vecinos, desaparezca.

DOS FASES

Según Gallardón, la peatonalización y renovación de Montera, que costará dos millones de euros, se hará en dos fases. En un primer momento, a partir del día 10, se cerrará definitivamente al tráfico, de manera que sólo podrán transitar los residentes y los usuarios de los aparcamientos, para lo que se cambiarán de sentido las calles Aduana y Jardines. También de facilitará la carga y descarga, que se realizará de lunes a viernes entre las doce de la noche y las once de la mañana.

La segunda fase comenzará en mayo o junio con la adecuación urbanística de esta calle, que estará finalizada a medida que Fomento concluya las ocupaciones derivadas de las obras que está ejecutando. Según la concejala de Medio Ambiente, Paz González, se llevará a cabo una renovación integral de toda la calle para hacerla más "cálida", de manera que se cambiarán el pavimento y el mobiliario urbano y se plantarán más árboles.

Gallardón explicó que el objetivo de esta iniciativa es incrementar la actividad comercial con una mayor afluencia de peatones, semejante a la que tienen la Puerta del Sol y las calles Preciados y Carmen, y "cambiar completamente los usos" de esta calle para lograr un comercio de más calidad, y mayor calidad de vida y seguridad en la zona.

"Montera no podía seguir como estaba. Ha habido muchos intentos sucesivos de erradicar todas aquellas actividades que son claramente contrarias a la voluntad de los vecinos y de los comerciantes, y con esta acción, ese objetivo lo vamos a conseguir", aseguró el alcalde, quien calificó de "justísima" la demanda de los vecinos que no quieren que su calle sea un espacio marginal y donde se realizan actividades que hacen imposible la calidad de vida.

ELIMINAR LA PROSTITUCIÓN

Sin embargo, los comerciantes y los vecinos de Montera, que están reunidos en una misma asociación, discrepan sobre la eficacia de esta medida para erradicar la prostitución. César Torquemada, por los comerciantes, calificó de "extraordinaria" la peatonalización y renovación de la calle.

Torquemada se mostró "optimista" y "convencido" de que finalmente con esta iniciativa y con el compromiso de seguir luchando contra la prostitución, "vamos a conseguir tener una calle como nos merecemos, como el resto de calles del centro de Madrid. Estamos convencidos de ello y muy ilusionados", afirmó.

Sin embargo, Juan Ramírez, portavoz de los vecinos, cree que la peatonalización de Montera "nos viene muy bien", porque recuperamos espacio público para disfrute de los ciudadanos, pero dudó de "que eso termine con la prostitución; creemos que no tiene nada que ver una cosa con la otra".

Ramírez cree que para acabar con la prostitución callejera es necesario adoptar otro tipo de medidas, como regular la prostitución y atender a este problema desde otras perspectivas sociales. También se mostró partidario de la instalación de cámaras de videovigilancia para luchar contra este problema.