Así lo indicó Torres durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, después de que la diputada del Partido Popular Laura María Lima le preguntara si “cumple con los estándares éticos exigibles a un ministro del Gobierno de España”, tras su gestión de la pandemia cuando estaba al frente del Gobierno de Canarias.

Torres aseguró que es “un honor y una honra ser ministro del Gobierno de España con el presidente Sánchez” y afirmó que en los 25 años que lleva en política “jamás” ha sido “investigado o imputado por ningún caso de corrupción”, algo que deseó que la diputada del PP “pueda decir” cuando los cumpla.

“Qué se investigue lo que tenga que investigarse, y si mientras unos estamos trabajando de manera honrada otros se enriquecían de manera ilícita, que lo paguen con todo el peso de la ley”, dijo, pero aseguró que “la realidad” es que el PP “no quiere saber la verdad”. Recordó que los populares intentaron reprobarle en el Congreso hace dos semanas y “fracasaron”.

Además, les acusó de estar “obsesionados” con “laminar la imagen y el honor y la honestidad” del Gobierno porque “no ocupan estos sillones azules”, y afeó que sean capaces de pedir la dimisión de presidentes autonómicos de aquella época cuando “encubren y miran para otro lado” mientras la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “ha reconocido que ha defraudado a Hacienda”.

Por su parte, la diputada del PP afeó que Torres ha pasado a “contagiarse” del “mal de los altos cargos del sanchismo”, que “nunca se entera de nada de lo que ocurre a su alrededor” y “tiene una obsesión preocupante con la señora Ayuso”. Aseguró que “no es ético” que haya sido “más leal a Sánchez que a Canarias cuando sabe que se ha olvidado de Canarias en los últimos 5 años”.

Canarias, deploró, “solo existe” para “aprovecharse de mediadores, Tito Berni y ahora Koldo” y para “las vacaciones del presidente”, pero “las ayudas prometidas” no han llegado mientras que “el dinero de los canarios bajo su Gobierno se fue a los bolsillos de sus amigos del PSOE, nada más y nada menos que 12 millones de euros”.

A su juicio, por eso está el ministro “ahí sentado, por la sumisión a Sánchez”. “No es nada personal, pero sus actos y sus respuestas tienen la misma fiabilidad que las mascarillas que compró, por lo que sus estándares éticos dejan mucho que desear para ser ministro de España”, concluyó Lima.