García, hija de psiquiatras, también pidió a los especialistas "recetar psicofármacos solo para momentos puntuales" y relacionó los problemas de salud mental con los problemas sociales. "La epidemia de malestar psíquico tiene su base en problemas sociales", proclamó, y esos problemas sociales, como la falta de vivienda, "se combaten fuera de los muros de este Ministerio".

En su opinión, los malestares psíquicos se equiparan a patologías que conducen a la medicalización y posteriormente a la sobremedicación.

"Si ponemos la carga de nuestros problemas en la ansiedad, en la depresión, se produce un reflejo de la culpa. Y te dices: 'algo habré hecho mal para estar mal'. Ponemos la carga de la prueba de nuestro malestar en la sociedad. Si no puedes pagar el alquiler, si tus hijos no tienen un mínimo del bienestar, si no llegas a final de mes... Todo esto se cura con intervención social y no con una pastilla", apostilló García.

La titular de Igualdad puso en valor que el tabú de la enfermedad mental haya disminuido y achacó este paso adelante a la juventud que "ha empezado a hablar de estos malestares", una juventud, añadió, que "llamamos generación de cristal, aunque lo que tenemos es una sociedad de cristal, un planeta de cristal".

Reconoció que la tasa de suicidios entre la población juvenil "es preocupante" y señaló que ese "malestar" que sufre la juventud se ha agudizado por la pandemia y por los "determinantes sociales" anteriormente mencionados, como la falta de recursos, de vivienda, de futuro.

Y en este contexto puso en valor la labor que realizará el Comisionado de Salud Mental, una herramienta que trabajará para escuchar y solventar los problemas de salud mental.

"Hacer terapia o tomarte un orfidal no siempre es la solución. Hay otros factores, como a ampliar la mirada. Se trata no solo de mirar a la personas sino a los entornos que producen esos malestares sociales, como la carencia de vivienda o la redistribución de la riqueza", concluyó la ministra de Sanidad.