Ugarte, que fue responsable del espionaje español en el País Vasco entre 1974 y 1979, dijo durante la presentación del libro de Francisco Medina sobre sus memorias, que tender la mano a la organización criminal supone que ETA se sitúa "cuatro escalones" por arriba a la hora de emprender un diálogo.

En este sentido, este ex alto cargo del CESID manifestó que para hablar con la banda terrorista hay que mostrarse con firmeza y sin ceder, que así lo hizo él y logró el objetivo de eliminar a los "poli-milis".

Cuando la propuesta parte del Gobierno, dijo Ugarte, la banda terrorista lo interpreta como "una debilidad" del Estado, y hace que se sienta "más fuerte", a la hora de emprender la negociación.

Por su parte, Jon Juaristi, escritor vasco y ex director de la Biblioteca Nacional, presentó el libro a los medios de comunicación y dijo que "no hay demasiados visos de posibilidad de que prospere" el proceso ofertado por el Gobierno para empredern el diálogo con ETA.

Además, añadió Juaristi, ETA desaparecerá cuando esté vencida, siendo ella quien avise para negociar, pero no antes, porque tienen la concepción de "una guerra interminable" con el Estado español.

Respecto a la situación de los presos de la banda terrorista, Ugarte indicó que "el tema de los presos a ETA, ahora, el importa un rábano" e incluso no les interesa negociar su libertad porque supondría un conflicto interno dentro de la banda.