El titular del juzgado de instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, escuchó esta explicación de boca del comisionista que compareció este lunes como imputado acusado de delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales y alzamiento de bienes por cobrar, junto con Alberto Luceño, cerca de seis millones de euros de un contrato de suministro de mascarillas, guantes y test de 11 millones en total.

Para lograr ese contrato, se sirvieron del contacto facilitado a Medina por una antigua profesora de su universidad con el primo de Martínez Almeida que, a su vez, le puso en contacto con la responsable de contratación del Consistorio, Elena Collado, a la que Luceño le explicó que era agente exclusivo de la empresa malaya Leno y que tenía amplia experiencia en negocios de importación de productos asiáticos.

Se da la circunstancia de que Luceño aseguró en su declaración al juez que está seguro de que el directivo de la empresa suministradora del material, San Chin Choon, responderá a las preguntas del juez, y eso, aunque esta misma semana las autoridades malayas han comunicado al magistrado que el empresario no quiere colaborar con la Justicia española. “Primera noticia”, le ha llegado a decir Carretero al empresario investigado.

Luceño, para el que las partes han pedido que se le impute por alzamiento de bienes, hizo entrega en el juzgado de dos relojes de lujo para que formen parte de la fianza que se le reclama y volvió a pedir al juez que no impute ese delito porque tiene voluntad de colaborar y no tiene dinero fuera de España.