En una entrevista publicada en la revista Médicos y Pacientes, recogida por Servimedia, el presidente del Cgcom, el doctor Tomás Cobo, destacó su convencimiento sobre la conveniencia de “poner encima de la mesa un documento sencillo, práctico e inteligible por todos los actores implicados, desde el médico hasta la máxima autoridad de la administración y del ejecutivo”.

A esto añadió que este documento solo tiene una pretensión: “Ser inteligible para todos poniendo el acento en la necesidad de estrechar la unidad de los actores implicados. Solo la unión de todos los actores podrá llevar a buen término el proceso de recertificación de los médicos y de los especialistas en ciencias de la salud”.

Entre las principales reivindicaciones de la profesión médica respecto al Desarrollo Profesional Continuo destaca en primer lugar la necesidad de concretar los términos de Formación Médica Continuada (FMC) y Desarrollo Profesional Continuo (DPC).

DIFERENCIAS

La FMC es el conjunto de las “actividades educativas” que realizan los médicos durante el ejercicio de su profesión. De forma más concreta, la integran los cursos, talleres, seminarios, congresos en los que participa el profesional, y en los que a su término se obtiene una credencial, un diploma de aprovechamiento.

Sin embargo, el DPC es más amplio, ya que incluye a la FMC. Es propio de cada profesional y no se puede valorar. Por ello, el presidente del Cgcom añadió que, “por ejemplo, es imposible cuantificar lo que puede aprender un profesional leyendo un libro”.

Sin embargo, agregó, “hay una serie de aspectos que si se pueden cuantificar. Pues bien, el DP engloba todos aquellos aspectos en los que nos pongamos de acuerdo que son medibles, válidos y útiles para estar seguros de la competencia del profesional”.

En este sentido, el doctor Cobo aclaró que “lo único que espera el médico es que no le compliquen la vida más de lo complicada que ya la tiene. Todos los médicos han realizado desde siempre formación para actualizar su competencia profesional”.

Además, el doctor Tomás Cobo explicó que el DP no es un examen y por tanto no se puede suspender. “La valoración del DP solo puede confirmar que la formación es la adecuada o que en alguna área se necesita de más formación. Así, un programa de DP debe ir siempre acompañado de programas de mejora”.