El buen tiempo y el ascenso de las temperaturas nocturnas con respecto a las de los últimos días ha permitido a los visitantes hacer cola desde primeras horas del día. Los más madrugadores ya estaban en la puerta de la calle Zorrilla, a las tres de la madrugada, y más de un centenar de ciudadanos han permanecido allí durate siete horas para no perder la oportunidad de ver el lugar en el que se sientan a diario sus legítimos representantes políticos.

El primero de la fila era un hombre de mediana edad que es el cuarto año consecutivo que aprovecha estas Jornadas de Puertas Abiertas para visitar el Congreso. No estaba cansado, ni tenía sueño, y a pesar de haber disfrutado en otras ocasiones de esta visita está dispuesto a repetir consecutivamente "mientras el cuerpo aguante".

Desde la hora en que se han iniciado lo pases, los visitantes no paran de entrar y salir de las Cortes. Una vez dentro, en la carpa habilitada en el patio que separa el Palacio del edficio de Ampliación los visitantes pasan el preceptivo control de seguridad y se les ofrece gratuitamente un caldo caliente, chocolate o café para aplacar los rigores de la espera, antes de comenzar el itinerario previsto.

Tras este piscolabis distendido, los visitantes salían de nuevo a la calle por la Carrera de San Jerónimo y entraban al Congreso por la Pueta de los Leones, que se abre únicamente para grandes acontecimientos, como la solemne sesión de apertura de las Cortes al comienzo de cada legislatura.

El itinerario por la Cámara, incluía el vestíbulo principal, el Salón de Pasos Perdidos, donde se celebran las recepciones oficiales, y también los Escritorios y el Hemiciclo, donde los visitantes han podido sentarse, durante unos minutos en los escaños de los diputados, y contemplar el salón en el que se celebran las sesiones plenarias, así como presnciar la emisión en directo de diferentes programas de radio y televisión que hoy se estaban emitiendo de forma extraordinaria desde el hemiciclo con motivo de estas Jornadas.

En el pasillo que conduce a la salida de la calle Cedaceros, recta final de la visita, los ciudadanos han realizado una visita virtual al Congreso, gracias a los ordenadores instalados allí, y en el Salón de Columnas del edificio de Ampliación han disfrutado de la exposición "La Constitución en el Parlamento, 1977-1978", conmemoativa del veinticinco aniversario de la Carta Magna. A la salida, todos han recibido un pequeño obsequio.

Para conseguir realizar este itinerario, la mayoría de los sufridos ciudadanos han tenido que esperar entre una hora y media y dos horas. A medida que pasaban las horas, desde que la Cámara Baja ha abierto sus puertas, la cola para entrar crecía y a mediodía ya superaba la calle Zorrilla, Fernanflor, el tramo de la Carrera de San Jerónimo hasta el Paseo de la Castellana, y sobrepasaba la acera en a que se encuentra el Museo Thyssen camino del Banco de España.

VACIO DE DIPUTADOS

Sin embargo, hoy en las Jornadas de Puertas Abiertas los españoles que han decidido acercarse al Congreso no han podido ver a casi ninguno de sus representantes, aunque un numeroso grupo de visitantes ha tenido la oportunidad de departir con el diputado por Pontevedra y secretario general del PP, Mariano Rajoy, que ha decidido acercarse al Congreso.

Con Rajoy, algunos diputados del PP como Ana Mato y otros menos onocidos también han saludado a los visitantes. A quién si han podido ver los ciudadanos por el Hemiciclo y en las estancias parlamentarias ha sido a la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, que además ha recibido numerosas felicitaciones porque hoy celebraba su cumpleaños.

Las puertas del Congreso de los Diputados permanecerán abiertas hasta las siete de la tarde de hoy y mañana volverán a abrirse a las diez de la mañana y hasta las siete de la tarde.