A juicio de la confederación, este modelo no garantiza un desplazamiento asequible, rápido y accesible para todos, sino que crea un modelo de movilidad injusto y pivatizado que no va a solucionar los problemas de tráfico que afectan a los madrileños.

La organización considera que en vez de privatizar estos corredores, se deberían haber creado infraestructuras dedicadas al transporte público de viajeros, como carriles-bus reservados o plataformas para metro ligero en aquellas zonas con mayor circulación de vehículos privados.