Los responsables del citado departamento dividen los tatuajes en tres tipos: carcelarios étnicos y ornamentales. Los primeros se dan habitualmente entre presos o delincuentes; los segundos tienen que ver con ritos, sectas y étnias, en especial afroamericanas; los terceros los utilizan las tribus urbanas como referencia grupal y los imponen las épocas y la moda.

El forense José Antonio Sánchez, miembro del departamento de Medicina Legal, explicó a Servimedia que los tatuajes de animales como el escorpión, que aparece en el brazo del cadáver, son propios de miembros o personas relacionadascon sectas, ritos satánicos o magia negra.

Sánchez precisó que aunque no ha visto los tatuajes que presenta el cadaver, la estrella de cinco puntas encerrada en un círculo, las letras griegas alfa-omega y los tres seises también tienen que ver con este tipo de sectas y, por lo tanto, debe catalogarse como tatuaje étnico, nunca carcelario.

Explicó que los tatuajes que más se encuentran entre los presidiarios son los puntos tatuados en los dedos, los nombres de mujer (de la madre o de la novia), lo corazones e incluso vírgenes o caras femeninas.

Sin embargo, el forense aseguró que los tatuajes deben analizarse para conocer la psicología del individuo asesinado porque la forma en que ha sido encontrado el cadáver, su asesinato y la manera en que ha sido descuartizado no es propio de ritos satánicos.

A su juicio, la mutilación de las manos, la cabeza y los pies no es propia de ritos satánicos sino de asesinos expertos que lo que buscan es borrar cualquier huella que permita la identificaciónde la víctima y sobre la identidad de los asesinos.