En declaraciones a Servimedia, Paloma Tejero, vocal de la SEME, explicó que en muchas ocasiones cuando se practican estos piercing o tatuajes se utiliza anestesia y esto requiere la presencia de un profesional sanitario por los riesgos que entraña, aunque éste no sea el que realice el tatuaje o piercing.

Asimismo, indicó que este profesional podría controlar de alguna manera la mínim complicación que se produzca, que es lo que se hace ahora pero derivándolos a las clínicas y hospitales, cuando ya es tarde.

La representante de medicina estética insistió en que ven muchos casos de jóvenes y menores de edad con infecciónes importantes, vías necrosadas y con tatuajes mal hechos, y no siempre es fácil retirarlos aunque se utilice lasser o cirugía.

La doctora indicó que en la regulación de estos centros la Comunidad de Madrid no debería olvidar incluir que los menores de edad esté obligados a disponer de autorización de sus padres para practicarse estos adornos estéticos porque, según dijo, al realizarse generan una herida que hay que curar y vigilar en casa, y para el futuro, hay que saber que son para siempre, porque aunque se retiren queda una cicatriz.

Según explicó la representante de la SEME, hay que obligar a los locales a que el material que utilicen sea de un sólo uso para evitar la transmisión de enfermedades y que la recogida de residuos sea la adecuada para garantiar la limpieza en los locales.

A su juicio, es importante que los que practiquen los tatuajes tengan una formación adecuada y que estén vacunados de la hepatitis B y tétanos.