Según las mismas fuentes, se desconocen las causas que motivaron el incendio. Al lugar del siniestro acudieron tres autobombas y seis tanques de bomberos, así como nueve patrullas de la Policía Municipal. Los bomberos tardaron más de cuatro horas y media en sofocar el fuego.

Los afectados, en su mayoría familias de raza gitana, tuvieron que ser realojados en un descampado cercano en tiendas de campaña instladas por el ayuntamiento y en una de las infraviviendas, de grandes dimensiones, utilizadas por los chabolistas para celebrar sus cultos religiosos, que no fue alcanzada por el fuego.

Durante las labores de extinción, la policía reguló el tráfico en la zona y tuvo que cortar la circulación en las calles Aguacate, Secoya, Haya y Cidro.