El detenido, que era el que esgrimía la pistola, fue idenificado después de los propietarios de la sauna explicasen que llevaba unos tatuajes en el brazo, similares a los de otra persona que un mes antes había intentado estorsionarles.

El otro atracador aún no ha sido localizado, pero la policía le busca con los datos de que es un hombre de unos 30 años, de complexión atlética y con media melena.

La sauna atracada está situada en la calle Rodríguez Marín, y el robo tuvo lugar hacia las cinco de la madrugada del sábado, cuando dos personas armadas amenaaron a la dueña del local y se apropiaron de un millón de pesetas.

Antes de huir, los atracadores realizaron un disparo que alcanzó a dos de los clientes que estaban en la sauna, uno de los cuales perdió dos dedos de una mano y el otro sufrió lesiones de carácter leve en una pierna.