Tres funcionarios del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), propietario de la nave ocupada, se personaron en el edificio de Pacisa el pasado mes de junio y los 'okupas' se negaron a dejarles entrar.

Antes de que la policía procediera a desalojar el edificio, el INAEM presentó una denuncia acusando de coacción a los ocho jóvenes que se encontraban en el interior de la antigua fábrica de galletas el día que acudieron los funcionarios.

El juicio dró apenas diez minutos, ya que el INAEM comunicó que había decidido no mantener la acusación, por lo el juez anunció que los 'okupas' podían irse.

El abogado de los jóvenes se quejó entonces al juez de que no se había dejado a los 'okupas' dar su versión sobre la denuncia del INAEM, pero el magistrado decidió finalizar la vista y decretar la libertad de los jóvenes.