En un encuentro organizado por el Club Internacional de Prensa, Lissavetzsky destacó el "magnífico papel de los españoles" en el Tour de Francia, no sólo por los altos resultados obtenidos sino, también, por su juego limpio. En su opinión, esto contribuye a "lavar la cara" al ciclismo español.

Por otro lado, el secretario de Estado para el Deporte reconoció que "si se consolida el positivo por testosterona de Landis, estaremos aunte un auténtico batacazo del ciclismo".

Como licenciado en Química, Lissavetzsky consideró poco probable que la testosterona, detectada en los análisis del ganador de la competición, fuera generada por su propio organismo. Según explicó, los controles distinguen entre la testosterona endógena y la exógena.

En este sentido, y como recomienda la Ley Antidopaje, señaló que lo más positivo sería que Floyd Landis identificara a quienes le instaron a doparse, o le suministraron la sustancia.

Para Lissavetzsky, "este es el momento de los valientes", y los deportistas deben contribuir a destapar a quienes también son culpables del dopaje, como los clubes y federaciones. "No levantar las alfombras no lleva más que a una situación de estancamiento y retroceso", agregó.

RACIONALIZAR LAS EXIGENCIAS

Lissavetzsky insistió, también, en que "no hay una confabulación ni una manía persecutoria contra el ciclismo", pero sí hay una serie de modalidades deportivas en las que, "los esfuerzos agonísticos a los que se someten los deportistas, les hacen caer más en la tentación".

Por ello, señaló que "no debemos llevar al organismo humano a unos límites difíciles de soportar". Si bien es cierto que "a todos nos gustan, en ciclismo, las etapas de montaña", puntualizó que deberían hacerse más cortas o no juntarse tantos puertos, para no incitar al ciclista a consumir sustancias ilegales.

Una cuestión que enlazó con la Ley Antidopaje, que también se ocupa de la "protección de la salud". Así, manifestó que "cualquier racionalización de las pruebas será bienvenida".

Lissavetzsky hizo hincapié en las medidas desarrolladas desde el Gobierno, en colaboración con las comunidades autónomas, para poner solución a los problemas del deporte, profesional y no profesional.

A este respecto, mencionó el Libro Blanco que prevé eleborarse para el deporte profesional, el que se refiere al deporte en edad escolar, la Ley Antidopaje y la Ley contra el racismo en el deporte.

Además, se refirió a la necesidad de coordinación entre las Administraciones Públicas. En concreto, entre los cuatro ministerios afectados: Sanidad, Educación, Interior y Justicia.

Finalmente, Lissavetzsky recomendó que, en los delitos relacionados con el deporte, no se recurra sistemáticamente al Código Penal. Desde su punto de vista, es necesario alcanzar "cierto nivel de compromiso para disminuir la litigiosidad" en el campo deportivo.