Entre las novedades de este reglamento, que permite el desarrollo de la Ley 13/2002 de Fundaciones de Castilla y León y que incorpora las novedades introducidas por la Ley 50/2002 de Fundaciones Estatales, destaca la creación de un único Protectorado dependiente de la Consejería de Presidencia y Administración Territorial.

Se pretende con esta unificación facilitar las relaciones de las propias fundaciones con la Administración con la eliminación de trámites y con un interlocutor único, con lo que ello significa en orden a la unidad de criterio y a la mejor instrumentación de medidas de apoyo, asesoramiento y colaboración con las fundaciones de la Comunidad.

Igualmente, se prevé la creación de un único Registro de Fundaciones, lo que permitirá que estas funciones se ejerzan con garantía de unidad de criterio en la aplicación de la Ley, integración de los datos e informaciones de todos los sectores de actividad en que participan las fundaciones y coordinación con los registros de fundaciones de las restantes Comunidades Autónomas y de ámbito estatal.

Esto asegura, según explica la Junta, no sólo la imposibilidad de confusiones o duplicidades en la denominación, sino formas ágiles y de validez general de acceso a la información por parte de los ciudadanos interesados.

Por otra parte, se adoptan medidas que facilitan la actuación de los Patronos, simplificando los requerimientos formales para la inscripción de los actos que han de constar en el Registro de Fundaciones, de manera que resulte más sencillo y menos costoso.

Además, se informatiza el Registro de Fundaciones y el reglamento hace especial hincapié en la organización y contenido de las inscripciones registrales, que se realizarán mediante medios telemáticos.

En la actualidad, con el apoyo de la Junta de Castilla y León a estas entidades, están registradas en la Comunidad más de 620 fundaciones, principalmente benéfico asistenciales, culturales y docentes, con un promedio de unas 30 nuevas inscripciones al año.