Así lo indicaron ambos dirigentes en una rueda de prensa conjunta tras mantener una reunión en Barcelona, donde Junqueras aseguró que “negociación habrá, acabará habiendo, aunque solo sea por el reparto de los activos y los pasivos entre la nueva república catalana y el reino de España”.

En relación a la Mesa de Diálogo, dijo que la parte catalana no es responsable de la actitud que en esta Mesa tiene “la contraparte”. “Esta parte puede intentar bloquear, parar, dilatar esta Mesa”, dijo, al tiempo que aclaró que la parte independentista no puede garantizar que el Gobierno de España actúe “con la misma voluntad de resolución” que la parte de la Generalitat de Cataluña.

Además, reafirmó su compromiso con “este camino de negociación” que quiere lo “más abierto y efectivo posible” porque es la “mejor manera” de acumular “fuerzas democráticas necesarias” para poder transformar “profundamente una realidad que nos parece claramente insuficiente”. A su juicio, acumular estas fuerzas ayudará a “forzar a que la contraparte negocie”.

Asimismo, comentó que Ucrania, si tuviera la oportunidad, se sentaría en una Mesa de Diálogo con Rusia y preguntó que cuál es el problema, “que los ucranianos no quieran participar o que haya una agresión exterior por parte de un Estado que quiere imponerse y que está condicionado por sus tentaciones autoritarias internas”. “En nuestro caso, tres cuartos de lo mismo”, añadió.

REUNIÓN

Junqueras señaló que el encuentro entre las delegaciones de ERC y Bildu fue “especialmente satisfactorio” y puso en valor que es la primera vez que “oficialmente” se encuentran estas dos delegaciones con la presencia de sus máximos dirigentes políticos, ya que ambos han pasado por la cárcel.

Al respecto, recordó que ambos partidos tienen firmado un acuerdo político de colaboración que hoy reafirmaron y profundizaron con “voluntad de presente y sobre todo de futuro” para garantizar la “libertad nacional de nuestros respectivos pueblos”.

También lamentó que en algunos casos una parte de la izquierda española “no quiera aprovechar” su “compromiso con la agenda democrática y con la agenda de transformación social”. En este sentido, criticó que “una buena parte de la izquierda española haya desaprovechado la oportunidad de la reforma laboral para ir más allá en la defensa de los derechos de los trabajadores”.

“La única garantía de que las formaciones políticas de extrema derecha y de una derecha cada vez más extrema no lleguen al Gobierno y no impongan su agenda con tentaciones autoritaria y acompañada siempre de infinidad de casos de corrupción son las fuerzas independentistas y en participar las de izquierdas, que, una vez más somos la vanguarda de la resistencia al fascismo”, aseveró.

“PELOTA EN EL TEJADO”

Por su parte, Otegi hizo hincapié en que ambas formaciones mantienen una relación “estrecha” y un “acuerdo estratégico” porque entienden que forman parte “de esa izquierda que además de restar y dividir ha aprendido a sumar y multiplicar”. “ERC y Bildu juntos somos más fuertes y porque pensamos que tenemos aportaciones que hacer al bienestar de nuestros países, nuestros pueblos, y de nuestras naciones”, afirmó.

“Hoy es posible parar al nuevo fascismo al nuevo autoritarismo en España solo con el concurso de las izquierdas nacionales e independentistas”, matizó, un hecho que, bajo su criterio, es “la gran paradoja de la situación política actual”. Sobre este tema, comentó que tanto su formación como ERC plantean “con gusto” una “venta” que pare al fascismo.

“Es también evidente que en justa reciprocidad la izquierda en el Estado entienda que además de la agenda estatal existen las agendas nacionales de las viejas naciones sin estado en el Estado español que reclaman una agenda nacional de reconocimiento, de respeto no solo a su identidad nacional, sino también al derecho de la libre determinación de nuestros pueblos”, comentó.

A su vez, hizo una apuesta “inequívoca” por la negociación, una vía que “siempre hay que explorar” y que en esta “quien pierde y quien tiene más miedo es aquel que no tiene suficientes argumentos y suficiente fuerza popular como para tratar de sostener una posición razonable y razonado en una mesa de negociación”.

“No es que los independentistas de izquierdas tengamos la pelota sobre nuestro tejado para sostener un Gobierno de progreso en el Estado, es el Gobierno del Estado el que tiene la pelota sobre su tejado para demostrar que es capaz de hacer políticas alternativas y diferentes a la derecha en términos sociales, económicos y de resolución de los problemas nacionales que tiene ese estado”, puntualizó.