Según informó hoy la Asociación El Defensor del Paciente, la primera intervención fue realizada el 22 de octubre de 2001, y posteriormente desde 2002 hasta Marzo de 2004 la paciente se sometió a otras tres intervenciones más para solucionar los "nefastos" resultados de la primera.

Ahora la sentencia señala, en primer lugar, que no existe un consentimiento informado válido a la paciente, pues el facultativo únicamente proporcionó unos formularios tipo o estandarizados que, además, tenían varios campos sin rellenar, "y que lo mismo servían para ésta o para cualquier otra paciente, pues ninguna referencia personal a la paciente se hacía constar en dichos documentos", según la Asociación.

Tampoco se le practicó exploración, prueba o estudio previo alguno (radiografías, mamografías, ecografías de abdomen, etcétera) para conocer patologías que pudiera presentar la paciente y descartar posibles riesgos o contraindicaciones a este tipo de cirugía, según la fuente informante.

Agrega la sentencia que uno de los impresos entregados a la paciente ni siquiera se correspondía con la intervención que iba a practicarse, siendo relativo a otra distinta.

Igualmente, y en relación a las tres nuevas intervenciones que durante los siguientes dos años le practicó a la paciente para mejorar los resultados de las primeras, una de ellas con anestesia general, no existe documento de consentimiento informado.