Tras el trágico accidente, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, descartó que "el descarrilamiento se debiera a un fallo humano o técnico" y afirmó "este suceso no es normal, salvo que haya un factor externo" que haya provocado que el tren se saliera de la vía.

A este respecto, según publicó ayer el diario local "La Verdad de Cartagena", el Juzgado número 1 de Hellín (Albacete) detalla que "más allá del interesado informe de Renfe, no obran en las actuaciones elementos de prueba que permitan avalar si quiera mínimamente esta hipótesis".

Asimismo, un informe pericial aportado por la Comandancia Central de Obras del Ministerio de Defensa descarta la incidencia en el accidente de defectos en la infraestructura o en el estado de conservación de la vía. El informe califica el estado de la infraestructura como "aceptable".

DEFICIENTE ESTADO DE LA MÁQUINA

Sin embargo, el auto judicial constata en su resolución "el deficiente estado de conservación de la máquina siniestrada, no sólo respecto a la pieza desprendida sino de la locomotora en general, tanto de elementos mecánicos como del sistema eléctrico".

Esta conclusión abre a las víctimas, que se muestran "decepcionadas e indignadas", la vía a las reclamaciones civiles. Muchos de los 35 heridos en el descarrilamiento han quedado con graves secuales físicas y psicológicas.