Según relató el propio Endika a Servimedia, la madrugada del pasado sábado se encontraba con un grupo de amigos cerca del puerto deportivo de Santurce disfrutando de las tradicionales fiestas del Carmen.

Hacia las dos de la madrugada, un grupo de magrebíes intentó atracar a otro grupo de personas y el incidente derivo en trifulca que fue sofocada por varios agentes de la policía municipal vestidos de paisano.

Cuando los agentes caminaban junto a varios de los detenidos en esa trifulca, pasaron junto al grupo de Endika, que preguntó a los agentes lo que había sucedido.

Según su relato, uno de ellos sacó la porra y, sin identificarse ante él como policía, le golpeó en la cabeza. El joven intentó defenderse propinando un puletazo a su agresor, y varios agentes se unieron a las agresiones.

Varios vecinos comenzaron entonces a increpar a los agresores, muchos de ellos sin saber que eran policías, y a arrojarles vasos y todo lo que tenían a su alcance. Finalmente abandonaron la escena y dejaron a Endika en el suelo sin apenas poder moverse.

En el hospital de San Juan de Dios, hasta donde fue trasladado por sus amigos, le curaron numerosas "heridas por agresión", entre ellas varias en la cabeza, donde tiene al menos siete grapas y contusiones múltiples, así como magulladuras y cortes en la espalda, los brazos y las piernas.

En el hospital le esperaba una patrulla de la Ertzaintza para detenerle por altercados callejeros y desacato a la autoridad, pero finalmente el juez le dejó en libertad sin cargos.

A Endika le espera un juicio por faltas, pero su familia estudia, junto a un abogado, presentar una denuncia por lo que consideran una detención ilegal y una agresión gratuita a alguien que era completamente ajeno a los altercados previos que habían sofocado los agentes. Aseguran, además, que los agentes implicados formaban parte de un dispositivo dedicado a controlar los decibelios de las fiestas y la venta ambulante, por lo que excedieron sus funciones con Endika.

Según el abogado de la familia, los agentes incurrieron en contradicciones en su declaración y, además, sólo uno de ellos puede acreditar que fue agredido por el joven, el que Endika señala como el primero en golpearle y al que respondió con un puñetazo.