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JORDI SEVILLA DESTACA LA FLEXIBILIDAD DE LA CONSTITUCIÓN, AUNQUE GARANTIZA LA PRESERVACIÓN DE LOS PRINCIPIOS ESENCIALES

- Confía en alcanzar un acuerdo con el PP para la reforma del Senado

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL
SERVIMEDIA

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, afirmó hoy que "la Constitución señala un procedimiento que da lugar a muchos caminos, todos ellos constitucionales", por lo que recomendó "un poco de agua fría para determinadas pasiones", porque la experiencia del modelo autonómico ha demostrado que el tiempo y la perspectiva hacen cambiar de opinión.

En una conferencia sobre "Estado y autonomías en el siglo XXI", en un curso de verano organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) en San Lorenzo de El Escorial, Sevilla dijo que "no voy a minusvalorar la importancia de reformas estatutarias, pero tampoco acabamos de inventar la pólvora, descubrir el Mediterráneo o redefinir nuestro país hasta el punto de hacerlo irreconocible".

El ministro remarcó que el debate territorial viene "de lejos", frente a quienes opinan que "los problemas con Cataluña derivan de un Gobierno débil porque no tiene mayoría suficiente y tiene que hacer pactos con fuerzas nacionalistas", y no quedará resuelto, como no llegará el momento en que culmine el problema social y los sindicatos "ya no tengan nada que pedir".

La fuerza de la democracia, prosiguió, es que "nos dota de los instrumentos para que podamos vivir juntos a pesar de no pensar lo mismo ni ver las cosas de la misma manera. Tenemos que tener claro que los procedimientos de resolución de estos conflictos, las reglas del juego con las que los solucionamos, son justas, son eficaces", y en eso se basa "la confianza en que, sea lo que sea lo que ocurra, seremos capaces de encontrar una solución".

Recordó que cuando se aprobó la Constitución en 1978 "no todo el mundo estaba de acuerdo con el modelo autonómico que defendemos ahora", y lo mismo ocurrió con los estatutos. "Mucha gente que hoy los defiende muchísimo, no votó a favor, porque pensaba que hacían inviable el Estado español, que las relaciones bilaterales rompían la idea de país", temores que, comentó, no se han cumplido.

PERSPECTIVA

Esto demuestra que "en lo inmediato, no siempre se ve lo mismo que con perspectiva", y el tiempo puede hacer cambiar de opinión, algo que ocurrirá, a su juicio, con el Estatuto de Cataluña, que no es "exclusivo ni excluyente, porque todo lo que hemos pedido para Cataluña estamos dispuestos a que se acepte generalizadamente".

"No hay un único camino de desarrollo constitucional", agregó. "Hablamos de mecanismos que nos permiten convivir juntos a gente que no pensamos igual, por lo que tiene que permitir que a través del acuerdo, del pacto, del diálogo, haya caminos distintos para gestionar la convivencia. La Constitución señala un procedimiento que da lugar a muchos caminos".

"El Estado autonómico que tenemos hoy es tan constitucional como cualquier otro que se pudiera haber acordado distinto del actual", continuó el ministro, ya que cuando se aprobó el modelo vigente "hubo muchas indefiniciones que dieron lugar a opciones, todas ellas constitucionales, pero distintas a las que hay ahora".

Sevilla recalcó que de esta experiencia se extraen dos lecciones: el riesgo de hacer "valoraciones muy precipitadas que el tiempo nos haga corregir", y que los desarrollos constitucionales "son suficientemente amplios y flexibles como para permitir eso que algunos han dado en llamar lecturas de la Constitución", sobre las que sólo el Tribunal Constitucional puede dictaminar si se salen de lo permitido por la Carta Magna.

MENOS DRAMATISMO

"¡Ojo con los constitucionalistas que nos salen debajo de cada piedra! Todos saben a primera vista si algo es constitucional o no", cuando los magistrados del Constitucional a veces tardan años en saberlo y lo hacen en ocasiones con mayorías ajustadas, apuntó, por lo que hay que reconocer que este debate forma parte "de la confrontación política, pero descarguémoslo un poco de dramatismo".

Consideró que "lo importante son las reglas del juego, y las reglas del juego no se han cambiado. La Constitución no se va a cambiar por esto, las reformas de la Constitución son las que el Gobierno ha planteado, no va a haber modificaciones en la esencia de nuestro país, y una reforma estatutaria no puede corregir una Constitución".

Por tanto, explicó, no va a haber modificaciones en lo que se refiere a una soberanía única, a la configuración del Estado en nacionalidades y regiones, ni los principios de multilateralidad y cooperación, ante los temores de que "íbamos a pasar de un modelo único a 17 modelos" y que el Estado sólo se iba a relacionar, "como los radios de una bicicleta", con cada una de las comunidades autónomas.

De hecho, aseguró que el Gobierno socialista ha reforzado los instrumentos de cooperación multilateral con iniciativas como la Conferencia de Presidentes o los planes de reforma del Senado para convertirlo en Cámara de representación de las comunidades autónomas, para generar "espacios de encuentro, de diálogo, de negociación".

REFORMA DEL SENADO

Todo ello, "tiene que verse culminado con un avance importante en lo que tiene que ver con la cooperación, no la confrontación, los espacios de negociación", a través de la Conferencia de Presidentes y la reforma del Senado, con el fin de que "lo que tenemos, funcione mejor".

Sobre el mecanismo de reforma del Senado, apuntó que exige el acuerdo entre el PSOE y el PP, porque "es matemáticamente necesario, pero es además de sentido común", pero para eso el grupo mayoritario de la oposición debe estar "dispuesto a que nos sentemos a hablar".

Concluyó que el compromiso del presidente del Gobierno es consultar a las distintas fuerzas políticas a partir de septiembre, y "sería bueno que al finalizar esta legislatura pudiéramos tener una propuesta concreta" para debatir en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado.

(SERVIMEDIA)
25 Jul 2006
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