En su opinión, González "es un ejemplo del 'lenguaje de piedra', porque sólo llega a decir una cosa a pesar de estar hablando durante horas y horas".

El catedrático de Etica de la Universidad Autónoma de Madrid expuso en su conferencia, bajo el título de "Valor político del lenguaje", lgunas sugerencias sobre "las posibilidades de defensa que tenemos contra los que nos imponen un modelo de vida como obligación estrictamente moral, porque no está dicha la última palabra".

Advitió además del peligro de la negación de las alternativas, "porque entonces todo estaría bien. Una cosa es que no haya otro modelo que se pueda hacer y otra que el modelo existente sólo se pueda ejecutar bien. Si fuera así, no tendría ningún mérito gobernar".

También explicó que las críticas tienden a dilurse y a hacerse muy generales. "Se critica al capitalismo, pero no se habla nunca del BBV, o de Estados Unidos o de Alemania. También se critica al poder, pero no se habla nunca de la monarquía o del ejército", expuso Sádaba.

Animó a la gente para que no cayeran en la trampa del lenguaje "que usan los poderosos", advirtiéndoles que se pregunten el por qué de cada frase.

Javier Sádaba defendió, asimismo, la tesis de que para comunicarnos, debemos emplear "un lenguaje de fontaneros, no un lenguaje ninteligible e hinchado", recordando que la palabra "no es sólo un síntoma de lo que sucede, sino que uno mismo es su lenguaje".