Montero participó en el acto de cierre de campaña de la coalición, que tuvo lugar en Málaga, único mitin en el que ella participó frente a los tres en los que estuvieron la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra; y el líder de Más País, Íñigo Errejón. Hasta cuatro veces ha ido el ministro de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón.

Para que nadie pusiera en duda su implicación tras la polémica destitución de su jefa de gabinete en el Ministerio, Amanda Meyer, de IU, Montero aseguró que para ella era “una suerte” estar en Málaga, agradeció que la hubieran invitado y expresó inequívocamente su “reconocimiento a Inma Nieto, nuestra candidata”. Se atribuye a la ministra haber sido una de las dirigentes de Podemos más reacias a ceder la candidatura a Nieto en lugar de que la encabezara el aspirante de este partido, Juan Antonio Delgado.

Montero incluso aplaudió y otorgó trascendencia a la coalición pionera entre Podemos, IU y Más País, al deslizar que “éste es un espacio político que puede hacer políticas para mejorar la vida de los hombres y mujeres de nuestro país”.

Advirtiendo de que “cada vez hay más gente que decide su voto en las 48 horas antes” de depositarlo, la ministra de Igualdad se preguntó por qué decantarse por Por Andalucía y enumeró el poner las instituciones al servicio de la gente y no de los millonarios a los que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, baja impuestos; el desarrollar políticas de conciliación, y desembocó en algunas de las batallas culturales que enfrentan a Podemos con Vox.

BATALLAS CULTURALES

Así, pidió el voto “para que sigan existiendo asociaciones feministas que salvan vidas, y para que sean reconocidas por las instituciones y no insultadas llamándolas chiringuitos”, y sean “respetadas y suficientemente financiadas”. También nombró a Juana Rivas y María Salmerón, condenadas por alejar a sus hijos de sus padres, y pidió el voto “para que la protección a las madres protectoras siga siendo una realidad” y “que dejen de ser criminalizadas”.

También en abierta oposición con Vox, aseguró que la “violencia machista” y el acoso sexual “no se combaten con prisión permanente”, remedio que propugna ese partido, sino que, a su entender, se necesitan “psicólogas, abogadas, viviendas” donde las mujeres maltratadas puedan vivir.

Montero defendió igualmente que hace falta “educación sexual integral desde las edades más tempranas”, porque los niños “tienen que conocer su cuerpo y saber que nadie puede tocar su cuerpo si no quieren”, y “llenar las aulas de feminismo, de hijos, hijas e hijes que puedan ser quienes son sin miedo, sin culpa, sin estigma y sin discriminación”.

Por último, acusó a quienes quieren “criminalizar el aborto” y entregan dinero a las asociaciones antiabortistas que acosan a las mujeres en la puerta de las clínicas, lo cual no reduce el número de abortos sino que sólo hace “que haya más mujeres que ponen su cuerpo en riesgo”.