Según informó este martes la Guardia Civil, el pasado 14 de junio una patrulla del Destacamento de Tráfico de Alfajarín ordenó detener el vehículo al conductor de un autobús en el punto kilométrico 339 de la N-2 al observar que no estaba haciendo uso del cinturón de seguridad. Al entrevistarse con él, los agentes observaron que mostraba gran inquietud y excitación, comportamiento compatible con el consumo de sustancias estimulantes, por lo que se le sometió a la pertinente prueba de drogas que arrojó un resultado positivo en cocaína.

Tras confeccionar y extender al conductor el correspondiente boletín de denuncia, la patrulla le comunicó mediante acta que debía inmovilizar el vehículo, que debía ser conducido por alguien en condiciones para ello, pero al día siguiente los agentes observaron que el autobús ya no se encontraba en el lugar de inmovilización, lo que les hizo sospechar que el denunciado podría haber quebrantado la inmovilización. Se corroboró por parte del laboratorio el resultado positivo de la prueba realizada al conductor y se llevaron a cabo gestiones con la empresa propietaria del vehículo, a la que solicitaron información sobre la actividad del día siguiente del conductor y del autobús.

Tras un estudio pormenorizado de las actividades de la tarjeta del tacógrafo y de la hoja de ruta del autobús, se constató que el día que fue detectado conduciendo, había recorrido 536 kilómetros trasladando a viajeros hasta las 21.57 horas y que al día siguiente insertó su tarjeta en el tacógrafo del autobús a las 05.17 horas, quebrantando supuestamente la inmovilización. Esto supondría la comisión de otra infracción al no respetar el periodo mínimo de descanso diario. Asimismo, ese día se hizo cargo de otro servicio con viajeros y recorrió 574 km.

Conducir con presencia de drogas en el organismo es una infracción administrativa a la normativa sobre seguridad vial, y el hecho de que se tratara de un conductor profesional de autobús, que presuntamente quebrantara la inmovilización, sin respetar el descanso diario y realizando un transporte con viajeros tanto el día que fue detectado como al día siguiente, podría suponer un presunto delito contra la seguridad vial por conducir un vehículo de motor con temeridad manifiesta poniendo en concreto peligro la vida o la integridad de las personas.