El método utiliza un tinte transparente especial para cristales que es capaz de concentrar los rayos solares y conducirlos hasta el marco de la ventana, que actuaría como célula fotovoltaica, el dispositivo que transforma la luz del sol en electricidad.

El sistema abarataría significativamente la obtención de energía eléctrica solar ya que las células fotovoltaicas, que tienen un elevado coste de producción, solo se colocarían en los marcos de la ventana y no en toda la superficie, como ocurre en los paneles solares que se utilizan actualmente.

La tecnología se podría aplicar tanto a las ventanas como en paneles solares de techo o paredes, precisando una centésima parte de las células fotovoltaicas que utilizan los paneles solares actuales, lo que reduciría el coste de instalación de esta infraestructura a menos de 1 dólar por vatio de electricidad generado.

Según Marc Baldo, ingeniero del Instituto de Tecnología de Massachusetts que ha liderado la investigación, esta tecnología es fácil de producir y podría estar lista para su comercialización dentro de tres años.