La operación policial se saldó con la detención de 16 personas y la incautación de 33 kilos de cocaína, 2 millones de pesetas y 14.000 dólares.

El máximo responsable de la organización era el venezolano Luis Eduardo Quintián Rojas, de 37 años, que fue arrestado junto a su lugarteniente, Fernando Molina Parra, de 31 años y de la misma nacionalidad.

En los escalafones inferiores de la red figuaban la venezolana Belquis Josefina Gutiérrez López, de 38 años, y su compañero, Luis Noberto Henao Ortiz, un colombiano de 30 años.

De la pareja dependían los colombianos Ramiro Betancourt Toro, de 30 años; María Italia Sierra Hernández, de 22; Robi Nelson Hurtado Paz, de 37, y la española María del Carmen Smit Novo, de 30.

Su función dentro de la organización era distribuir la cocaína, al igual que el resto de los arrestados que ocupaban los escalones inferiores de la banda, según informó hoy l Jefatura Superior de Policía.

LARGA INVESTIGACION

A mediados del pasado mes de septiembre, funcionarios de Estupefacientes reabrieron una investigación, que comenzó en febrero y fue suspendida por ausentarse de Madrid los responsables de la organización.

Los "narcos" regresaron en esa fecha y contactaron con los vendedores de la red. Todos ellos celebraban sus reuniones, tomando grandes medidas de seguridad, en establecimientos públicos de las plazas de Colón y de Ventas y en el barrio de Argülles.

Los investigadores descubrieron que los sospechosos tenían alquiladas cinco viviendas, por las que pagaban grandes cantidades de dinero. Luis Eduardo Quintián y Fernando Molina tenían alquilado un chalé en una urbanización del Soto de la Moraleja por el que abonaban mensualmente medio millón de pesetas.

El jueves pasado, los agentes decidieron actuar y registrar los pisos sospechosos. En el Soto de la Moraleja fueron incautados 22 kilos de cocaína, distribuida y embalada en 20 paquetes y 2 illones de pesetas.

Belquis Josefina Gutiérrez y Luis Noberto residían en la calle Torpedero Tucumán, pero además tenían alquilado un apartamento en el paseo del Prado, donde ocultaban 11 kilos de la misma droga y 14.000 dólares. El resto de los detenidos fueron interceptados en las calles Camarena y Zúmel, donde vivían.

HOMBRE DE CONFIANZA

Según fuentes policiales, Luis Eduardo Quintián era un hombre de confianza del "cartel de Medellín" especializado en la organización de redes de narcotraficntes en el extranjero.

En su pasaporte constan frecuentes salidas y entrada de España, tanto por Madrid como por Barcelona. La policía no descarta que mantuviese contactos frecuentes con "narcos" residentes en otros países europeos, a los que pudiera haber desviado una parte del alijo.

Por el modo en que estaba embalada la coca, no se descarta que ésta hubiese llegado a España por mar y que, posteriormente, fuese distribuida en el resto de la península.

De la totalidad de los detenidos, sóloMaría del Carmen Smit Novo dispone de antecedentes policiales, por robo con intimidación, falsificación y tráfico de drogas.