El manifiesto, facilitado a Servimedia, señala que el pacto PP-PSOE, "tanto por la forma de elaboración restringida a ambos partidos, como por su contenido, pone el acento en una salida estrictamente policial al conflicto y promueve una política de exclusión de los partidos que procuran por la superación del actual marco legal por vías democráticas".

A su juicio, "es un acuerdo que se presta a equvocos sobre sus objetivos últimos y que puede ser de dudsa utilidad para la finalidad de disminuir las posibilidades de confrontación y de escisión, tanto en la sociedad vasca como en la catalana. En definitiva, un acuerdo que difícilmente traduce el espíritu de diálogo que reclama nuestra sociedad".

El manifiesto, tras negar expresamente cualquier legitimidad a ETA, reconoce "la misma legitimidad a aquéllos que democráticamente defienden la vigencia del actual marco institucional, como a los que pretnden reformarlo, modificarlo o superarlo también a través de métodos democráticos, incluso a través del ejercicio del derecho a la autodeterminación".

En esta misma linea, reclama "que las instituciones catalanas insten al gobierno del Estado a restablecer, con el gobierno vasco, las relaciones institucionales normales en un estado democrático".

El manifiesto concluye señalando que, "para buscar los necesarios y prioritarios diálogos entre las instituciones y los partidos democráticos, es necesaro también explorar la posibilidad de una mediación internacional en el conflicto hasta llegar, en su momento y previo cese, con garantías, de toda acción terrorista, a una negociación con el objetivo de conseguir el final de la violencia de manera definitiva e irreversible".

Entre los firmantes del manifiesto figuran el historiador Josep Benet, el cantautor Lluis Llach, los directores de cine Francesc Bellmunt y Ventura Pons, el dramaturgo Josep María Benet, el arquitecto Oriol Bohigas, el ex consejer de Cultura de la Generalitat Max Canher, los actores Xabier Elorriaga y Sergi López, la cantante Guillermina Motta, el filósofo Xavier Rubert de Ventós, el teólogo González Faus y el secretario general de UGT-Osona Cesc Poch.