Esta actuación está enmarcada en el control que ejerce la Guardia Civil dentro de la campaña de recogida de aceitunas y se realizó hace unos días en colaboración con personal del Servicio Extremeño de Salud, quienes determinaron que las aceitunas no eran aptas para el consumo humano.

Agentes del Equipo Roca de la Guardia Civil en Cáceres realizaron una inspección en una parcela de 500 metros cuadrados, sin techar, en cuyo interior encontraron una gran cantidad de aceitunas amontonadas en el suelo.

En total encontraron 15.000 kilogramos con un aparente mal estado de conservación y entre defecaciones de un perro suelto en el recinto. Durante el control, los agentes observaron un vertido líquido que además podría suponer un riesgo para el medio ambiente y la salud pública.

El responsable del punto no pudo acreditar estar dado de alta para ejercer la actividad de compraventa de las aceitunas y tampoco pudo presentar ningún documento que garantizara la trazabilidad y origen de las mismas. Tampoco disponía de los partes de registro de entrada y salida, ni de los documentos de acompañamiento de las personas que habían entregado o vendido las aceitunas depositadas.

Inmediatamente se incautaron e inmovilizaron las 15 toneladas de aceituna, que fueron precintadas para su posterior destrucción al no cumplir las condiciones higiénico-sanitarias exigidas para su comercialización y consumo. También se iniciaron los trámites para la imposición de las correspondientes sanciones administrativas al responsable del punto de compraventa ilegal.