En los tres primeros meses del año, el número de ocupados extranjeros aumentó en 302.600 personas, un 10,7%, mientras que entre los españoles el incremento fue de sólo un 0,2%, es decir, 30.500 nuevos trabajadores.

Del total de nuevos ocupados extranjeros, un 40% ha correspondido a latinoamericanos, un 33% a ciudadanos provenientes de estados miembros de la UE, un 24% a personas de otras zonas del mundo y el 3% restante a ciudadanos de países europeos fuera de la UE.

Tras este incremento, los trabajadores inmigrantes han pasado de representar el 14,1% de los ocupados totales en el primer trimestre del pasado año, a un 15,4% en los tres primeros meses de 2008, hasta un total de 3.135.700 ocupados.

Sin embargo, los parados extranjeros también han aumentado en mayor proporción que los españoles. Así, los inmigrantes desempleados han aumentado un 31,6%, mientras que los nacionales lo hicieron en un 13,1%.

El estudio muestra también un "reemplazo parcial de mano de obra española por extranjera" en 6 de 10 grupos ocupacionales: los trabajadores cualificados de la industria, la construcción, la minería, la agricultura y pesca, los ocupados no cualificados y los administrativos.

En estos grupos, el número de trabajadores españoles ha disminuido cerca de un 4%, mientras que el de ocupados inmigrantes ha aumentado.

Asimismo, el informe augura una mayor ralentización en la creación de empleo en el tercer trimestre, situándose "en valores similares a los de 1994".

En el primer trimestre del año, el incremento en el número de ocupados fue del 1,7% interanual, mientras que la previsión del estudio es que se sitúe en el 1% al llegar septiembre.