La demanda se presentó tras la declaración de la séptima huelga promovida entre el personal técnico de los teatros nacionales por Solidaridad Obrera, “que no cuenta con representación sindical en el Inaem”, para los días 4 y 25 de marzo, según informaron fuentes de Cultura.

Estas mismas fuentes recalcaron que el Inaem considera que “los motivos que aduce Solidaridad Obrera para esta nueva convocatoria han sido trabajados durante meses y resueltos satisfactoriamente con el acuerdo alcanzado el pasado 29 de diciembre en el Gobierno y todos los sindicatos con representación” en este organismo.

Ese acuerdo contempla que los técnicos que trabajan temporalmente en las unidades artísticas del Inaem puede presentarse a los procesos de estabilización de empleo público con la titulación que tienen actualmente y que en su momento les permitió acceder al proceso selectivo de empleo temporal, computando en los procesos selectivos la experiencia laboral.

Cultura cree que el acuerdo “resuelve las exigencias iniciales de Solidaridad Obrera y deja sin contenido la nueva convocatoria de huelga al haberse aceptado plenamente sus reivindicaciones”, ya que “contribuye a profesionalizar los oficios, acabar con la temporalidad de los colectivos profesionales del teatro en vivo y eliminar agravios comparativos”.

A su vez, el impulso de los certificados de profesionalidad de los oficios técnicos del espectáculo en vivo, otra de las reivindicaciones sindicales, se está trabajando en el marco del Estatuto del Artista, según Cultura.

En ese sentido, “los grupos creados para el desarrollo del Estatuto del Artista avanzan también en el reconocimiento de las especificidades del sector como la actualización de la relación laboral de los artistas en espectáculos públicos del futuro Real Decreto del Ministerio de Trabajo y Economía Social”.

En su escrito, el Inaem señaló que el sindicato Solidaridad Obrera “no está legitimado” para convocar la huelga, “por falta de implantación en el sector”, lo que le dio pie a aseverar que “nos encontramos ante una huelga ilegal y abusiva por desproporcionada, al causar unos daños que no se consideran proporcionales para justificar los fines que se quieren obtener”.

Por último, adujo que la obligación de Cultura es “la defensa de la cultura, del público y de todos los trabajadores del Inaem, y eso pasa por garantizar la realización de su trabajo en condiciones dignas y por proteger los teatros nacionales”, y recordó que los paros han supuesto la cancelación de 90 funciones y han perjudicado a 23.692 espectadores desde el pasado mes de septiembre.