Lo hizo en su turno de réplica en el marco de su comparecencia ante la Comisión de Cultura y Deporte en respuesta a algunos portavoces parlamentarios que le interpelaron sobre la protesta el sábado de dos activistas del colectivo Futuro Vegetal, que se pegaron a los marcos de los cuadros de ‘La maja desnuda’ y de ‘La maja vestida’, de Francisco de Goya (1746-1828), expuestos en el Museo Nacional del Prado en Madrid.

Iceta explicó que cuando se produjeron los primeros actos de protesta en distintos museos del mundo se decidió prevenir a los responsables de los centros museísticos españoles ante la posibilidad de que se produjeran acciones análogas en ellos, “porque estaba cantado que iba a sucedernos”.

Esto le llevó a formular las siguientes preguntas: “¿faltan vigilantes en esos museos?”; “¿cuántos hacen faltan en un museo para que no ocurra algo así?”; “¿podemos cerrar los museos para que no ocurran cosas así?”.

Ante tal disyuntiva, dejó claro que “seguiremos reforzando la vigilancia en los museos, es nuestra obligación, pero también es nuestra obligación decirles a los españoles la verdad, y es que el riesgo cero no existe”. Únicamente se puede garantizar, continuó Iceta, “cerrando los museos, y a eso no estamos dispuestos”.

El titular de Cultura señaló que “poner en riesgo un patrimonio cultural que es de todos no es buena manera de reivindicar nada”, y puso como ejemplo de ello un boicot a un estand de Sudáfrica en una feria en Barcelona en el que participó en su juventud.

Por ello, transmitió a “nuestros jóvenes que podemos entender y compartir lo que os mueve, pero os pedimos que lo hagáis sin poner en riesgo un patrimonio que no es de los que vivimos hoy, sino de los que vivirán mañana y pasado mañana”.

Iceta confesó que la “angustia verdadera por la crisis climática” es “comprensible”, pero “salvemos nuestro patrimonio, porque nos ha costado mucho”.

Respecto a la posibilidad de utilizar a los vigilantes de los museos para evitar esas acciones, avisó de que éstos “no son vigilantes de la autoridad, no les podemos pedir determinadas cosas”; y, en cuanto a la detención de dos periodistas en la protesta en el Prado, dijo desconocer las circunstancias de los arrestos, pero indicó que “no les detuvo ningún vigilante del museo o funcionarios de Cultura, porque no pueden”.

Sobre la posibilidad de endurecer las penas que castigan los ataques contra el patrimonio, concluyó exclamando: “Veámoslo”.